A finales de los setenta proliferaron los concursos de cazas de ratas. Los vecinos de los barrios más pobres, para protestar por la situación de abandono que sufrían, armados con piedras y palos competían por hacerse con el premio a la «rata más grande». Incluso crearon una Asociación para el desarrollo y proliferación de las ratas en los barrios.
Comentarios
Tiempos de escopetas de balines marca Gamo y ratas saltando 2 metros de altura.
Apenas da asco esto,aunque no deja de resultar curioso
"premio a la «rata más grande»" ¿en la Puerta del Sol?
Con Franco vivíamos mejor, sobre todo las ratas ...