Llega un momento en la vida en el que comienza a ir tocando mirar atrás. Aunque sea doloroso. aunque se haga de la manera más amarillista, es decir, apelando directamente a los sentimientos que han construido la personalidad de cada uno. Por eso, este repaso en formato GIF a esos videojuegos que llenaron la infancia es un golpe a los bajos instintos, a tardes de natillas y azúcar refinado; a interminables cargas en casetes y broncas de los padres porque, qué diablos, cómo va a ser bueno pasar ocho horas enfrente de una tele de tubo.
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Yo también viví esa época. En esos años, para mí una tarde completa implicaba algún amiguete, una pila de videojuegos en cassette y una caja de surtidos de pastas. Mientras se cargaban los juegos daba tiempo a hablar de todo o a leerse un cómic, y los juegos eran lo mejor que se podía conseguir en esa época para uso doméstico.
Este tipo de artículos siempre me gusta leerlos porque me traen muchos y buenos recuerdos. Eran los tiempos de la magia de los 8 bits.