Hace 7 años | Por ccguy a yorokobu.es
Publicado hace 7 años por ccguy a yorokobu.es

A Forges siempre le ha encantado inventar palabras. En sus viñetas va soltando nuevos términos que, a veces, acaban calando en el castellano. Pero un día, hace años, surgió una oportunidad inigualable. Pancracio Celdrán Gomariz publicó un tocho bien gordo de unos 10.000 agravios recogidos durante años. El autor de El gran libro de los insultos pidió a Forges que redactara el prefacio, y el editor gráfico no se pudo contener. De una sola arremetida creó una lista de 30 insultos de nuevo cuño: jilipollescente, inflaescrotos, jilimuermo...

Comentarios

D

El libro de Pancracio Celdrán es una maravilla. Su sola lectura secuencial me ha hecho reír a carcajadas unas cuantas veces por su descripción de los insultos.

elsalvaje

El que más me gustaría usar, eres un humunculo.....

D

El medio rural también es abundante en ellos, como pelahabas o jarrapellejos.

g

Lástima que en menéame no se pueda insultar, ni siquiera creativamente. Lo que molaria decirle a un jilimuermo que tiene un inflaescroto jilipollescente.