Ocurrió en ‘Spider-Man: Reign‘, una serie limitada de cuatro cómics escrita e ilustrada por Kaare Andrews que vio la luz en diciembre de 2006. En ella, la firma Marvel trasladaba el mundo de Spiderman a una distopía en la que Peter Parker es tan solo otro habitante más de una ciudad de Nueva York en la que ya no existen superhéroes ni villanos. Las células radioactivas presentes en la sangre del protagonista hicieron que no solamente pudiera combatir el caos, sino que también se expusiera a un riesgo terrible al tener relaciones sexuales.
Es un tebeo de esos de "historia alternativa" de los que tanto gustan a Marvel y a DC para que a sus personajes les pasen cosas sin que les pasen cosas. Muy bien dibujado por Kaare Andrews, el guión en cambio es completamente cochambroso (incluida la tontuna del semen radioactivo) y se nota un montón que es un intento (fallido) de hacer con Spider-Man lo que Frank Miller hizo con Batman en Dark Knight. Y no llega ni de coña.
editado:
- Joder con los articulistas: o el pacto entre el hombre-araña y el mismísimo Belcebú. Fue con Mefisto, capullos, y fue un retcon descarado que todos los fans odiamos a muerte y que motivó una de las controversias más cruentas entre la editorial y los lectores en torno al personaje, y vais y lo despacháis con una línea y además incorrecta. Muy bien, chatos.
Comentarios
Era una amante del riesgo follando a pelo
#4 A lo mejor se lo tragaba
#6 Yo creo que es más de escupir.
#4 Aunque fuese con preservativo, como no estuviese hecho de plomo...
facial cumshot
#1 Extreme cumshot
#2 #1 lethal cumshot
La radioactividad le dio superpoderes a la clamidia.
Es un tebeo de esos de "historia alternativa" de los que tanto gustan a Marvel y a DC para que a sus personajes les pasen cosas sin que les pasen cosas. Muy bien dibujado por Kaare Andrews, el guión en cambio es completamente cochambroso (incluida la tontuna del semen radioactivo) y se nota un montón que es un intento (fallido) de hacer con Spider-Man lo que Frank Miller hizo con Batman en Dark Knight. Y no llega ni de coña.