Mentía Jean Paul Sartre cuando decía que lo más aburrido del mal es que uno se acostumbra. Porque es exactamente al contrario: no existe generador de pereza más grande que la bondad, por previsible. Al menos, en ese suspenso de la realidad tan conveniente que nos proporciona la ficción, lo otro ya es otra historia más laberíntica. Pero de este lado el hecho es incontestable: los hijos de puta no solo nos divierten, nos caen bien.
Respecto al meneno, sí, no deja de ser curioso de que, desde un tiempo a esta parte, los héroes de la ficción tienen muchos puntos oscuros, sino es que son directamente hijosdeputa, como los que menciona el artículo.
Y sí es cierto que en la literatura y el cine siempre ha habido malos muy atractivos, con los que se podía incluso simpatizar, aunque normalmente acaban redimiéndose, o teniendo su justo castigo.
Hoy en día, hasta los buenos son malos. Y en ese sentido creo que hay una traslación bidireccional de valores entre el arte y la sociedad.
Ya no hay héroes de ficción como los Gary Cooper, los solos ante el peligro. Cuando apareció Harry el Sucio, era una novedad, algo escandaloso y muy duro. Hoy en día, los policías torturan y maltratan a los detenidos, como en Arma Letal, por ejemplo, y es motivo de mofa. No se ve extraño siquiera que los buenos sean crueles, violentos, desequilibrados. Es la normalidad.
Y también es la normalidad que se ha instaurado en la sociedad. A nadie le sorprende ya que la policía se ponga chula, maltrate, torture. Puede indignarnos. Pero no nos sorprende. No hay censura social real. Lo mismo para las masacre de civiles. No digo que antes no hubiera, pero generaban una reacción en la sociedad (cuando no se podían ocultar). Hoy directamente pasamos.
#4 La gente prefiere a los héroes con puntos oscuros porque son más creibles, el héroe perfecto no es un personaje creible, además dan pie a más variedad argumental.
Comentarios
Meneáme no defrauda, se habla de TV y los dos primeros comentarios son trolesco puro y políticametidaconcalzador. Me encanta
#3 Efectivamente. Qué penita.
Respecto al meneno, sí, no deja de ser curioso de que, desde un tiempo a esta parte, los héroes de la ficción tienen muchos puntos oscuros, sino es que son directamente hijosdeputa, como los que menciona el artículo.
Y sí es cierto que en la literatura y el cine siempre ha habido malos muy atractivos, con los que se podía incluso simpatizar, aunque normalmente acaban redimiéndose, o teniendo su justo castigo.
Hoy en día, hasta los buenos son malos. Y en ese sentido creo que hay una traslación bidireccional de valores entre el arte y la sociedad.
Ya no hay héroes de ficción como los Gary Cooper, los solos ante el peligro. Cuando apareció Harry el Sucio, era una novedad, algo escandaloso y muy duro. Hoy en día, los policías torturan y maltratan a los detenidos, como en Arma Letal, por ejemplo, y es motivo de mofa. No se ve extraño siquiera que los buenos sean crueles, violentos, desequilibrados. Es la normalidad.
Y también es la normalidad que se ha instaurado en la sociedad. A nadie le sorprende ya que la policía se ponga chula, maltrate, torture. Puede indignarnos. Pero no nos sorprende. No hay censura social real. Lo mismo para las masacre de civiles. No digo que antes no hubiera, pero generaban una reacción en la sociedad (cuando no se podían ocultar). Hoy directamente pasamos.
#4 La gente prefiere a los héroes con puntos oscuros porque son más creibles, el héroe perfecto no es un personaje creible, además dan pie a más variedad argumental.
#8 Es como las noticias. Las cosas buenas son mucho menos noticiables que las malas.
#3 ¿Qué harían los fabricantes de calzadores sin meneame? También tienen derecho a vivir.
Pues Rajoy es un hijo de puta, y siempre me ha caido fatal.
¿Los hijos de Putin son o no antihérores?
Por eso cae bien Pablo Iglesias, de Podemos.
Sin embargo a las buenas personas y grandes hombres como Hitler y Franco, todo el mundo les vilipendia
#1