Piensa en la ley más demencial que un país pueda establecer, probablemente algún estado de los Estados Unidos la tuvo, o aún tiene, en vigor. Estas estrambóticas leyes sin sentido regulan cualquier ámbito de la vida, incluso el amoroso. ¿Guiñar un ojo a una mujer desconocida en Iowa? ¡Ni se te ocurra! ¿Vas a besar a tu mujer en Minnesota y tu aliento huele fatal? Ojo, te puede caer una buena. Y en Indiana, los bigotes son perseguidos por la ley, siempre y cuando la persona que lo lleve tenga “tendencia a besar habitualmente a otros humanos”.
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