“Cuidado con el vaso, que está caliente”, le advirtió el camarero antes de servírselo, pero, según testigos presenciales, Stefano Cattoni tocó el vaso con el dedo y, aunque se quemó, después dio un largo trago llevado por la sed.
Esto parece un chiste, pero me pasó a mí, instalo placas solares y se me olvidó mover el agua a la única sombrita que había en el tejado, y cuando fuí a beber no es que estuviera calentorra, es que estaba apunto de ebullición.
Comentarios
Afortunadamente no pidió una cerveza, que encima se hubiera envenenado con la Cruzcampo.
#1 Cruzcampo y encima caliente; ¡saca esa imagen de pis de camello mi cabeza!
#1 No entiendo tu comentario. Si pidió una cerveza ¿por que le ponen otra cosa?
#3 Es una costumbre sevillana. Por allí a la Cruzcampo le llaman "cerveza". Son gente extraña.
#4. Sí, qué sabrán en Sevilla de 'estrés térmico' ni de sed ni de qué beber para combatirlo...
La naturaleza nos lleva millones de años de ventaja, y en Sevilla se bebía Cruzcampo cuando en otros sitios le llamaban cerveza a la Mirinda...
Aguardiente
Esto parece un chiste, pero me pasó a mí, instalo placas solares y se me olvidó mover el agua a la única sombrita que había en el tejado, y cuando fuí a beber no es que estuviera calentorra, es que estaba apunto de ebullición.