Pero nunca renunció a su discapacidad porque ama demasiado la vida. Camina como un T-Rex y salta como un conejo, pero vive una vida "feliz y saludable". En estas imágenes se puede ver a la dulce Pippen, una perrita nacida sin patas delanteras. La pareja que lo adoptó vive en Orlando, Florida, y aún planea comprarle una rueda protésica especial para cuando sea mayor.
Comentarios
La vida se abre camino. O el deseo.
Con ayuda, más fácil, pero no por ello menos interesante.
¿Y no han considerado la posibilidad de que sea un canguro enano manco?
"renunciar a su discapacidad"...
#2 Nunca se dio por vencido por su discapacidad.