Hace 2 años | Por PAUL2 a nytimes.com
Publicado hace 2 años por PAUL2 a nytimes.com

Un ensayo humorístico sobre la obsesión por los perros y las alegrías inesperadas de tener un lagarto como mascota.

Comentarios

P

Es gracioso y a la vez dice verdades como puños.
Me apunto al lagarto...