Los hoteles lo saben. De ahí que hagan el intento – a veces acertado, otras veces penoso -, de imitar la cocina tradicional del país en que se encuentran. Uno de los momentos cruciales es el desayuno. La comida más importante del día se convierte en una amalgama de alimentos locales y costumbres extranjeras que, al final, acaban confundiendo al turista y haciendo que se pregunte cómo es, en realidad, el desayuno típico de aquel país.
|
etiquetas: desayunos , mundo , vacaciones