El diputado de la CUP, David Fernàndez, se ha proclamado Campeón de Cataluña de Aguantar la Mirada después de superar con facilidad a cuatro Mossos en la final de Can Víes. Traducción en #1
David Fernández se proclama Campeón de Cataluña de Aguantar la Mirada ganando a cuatro Mossos en la final
El diputado de la CUP, David Fernàndez, se ha proclamado Campeón de Cataluña de Aguantar la Mirada después de superar con facilidad a cuatro Mossos en la final de Can Víes. “Es difícil aguantar la mirada mejor que un Mosso antidisturbios”, explicaba Fernàndez “porque tienen este ademán vacuno impenetrable. Es cómo si no hubiera nada delante ni detrás de los ojos, es muy difícil”. De este modo, el parlamentario catalán ha confirmado las quinielas, que ya lo situaban como uno de los tios más duros de Cataluña. “Aguantar la mirada es un símbolo de virilidad muy por encima de abrir un bote de espárragos”, explicaba Antoni Jandué psicólogo especializado en absurdas muestras de masculinidad, “de forma que David Fernández ha subido hasta el nivel 8 de 10 en la escalera Chuck Norris de virilidad“.
Fernàndez hizo una auténtica exhibición, demostrando una seguridad en si mismo fuera de toda medida. “Me sentía presionado por la veintena de furgones de los Mossos que había en Can Víes, es evidente”, explicaba Fernàndez “pero pensaba, no dejes que noten el miedo, porque los Mossos son como perros… notan el miedo. Tenía que mantener la serenidad para llevarme la final hacia casa y así lo hice”. El diputado usó una mirada profunda y firme, de aquellas que te dicen “podría explicarte muchas cosas porque he vivido mucho y he leído todavía más. Pero prefiero expresarlo con el silencio porque no mereces que pierda tiempo y saliva contigo”.
Se calcula que, a una persona normal, esa mirada la haría agrietarse por dentro a los 20 segundos. En el caso de los Mossos aguantaron unos dos minutos “probablemente por su dificultad en decodificar el mensaje”, aseguraba Jandué. Finalmente, los Mossos cayeron rendidos, bajando la mirada. La victoria de Fernàndez se celebró con unos fuegos no-artificiales en Can Víes.
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David Fernández se proclama Campeón de Cataluña de Aguantar la Mirada ganando a cuatro Mossos en la final
El diputado de la CUP, David Fernàndez, se ha proclamado Campeón de Cataluña de Aguantar la Mirada después de superar con facilidad a cuatro Mossos en la final de Can Víes. “Es difícil aguantar la mirada mejor que un Mosso antidisturbios”, explicaba Fernàndez “porque tienen este ademán vacuno impenetrable. Es cómo si no hubiera nada delante ni detrás de los ojos, es muy difícil”. De este modo, el parlamentario catalán ha confirmado las quinielas, que ya lo situaban como uno de los tios más duros de Cataluña. “Aguantar la mirada es un símbolo de virilidad muy por encima de abrir un bote de espárragos”, explicaba Antoni Jandué psicólogo especializado en absurdas muestras de masculinidad, “de forma que David Fernández ha subido hasta el nivel 8 de 10 en la escalera Chuck Norris de virilidad“.
Fernàndez hizo una auténtica exhibición, demostrando una seguridad en si mismo fuera de toda medida. “Me sentía presionado por la veintena de furgones de los Mossos que había en Can Víes, es evidente”, explicaba Fernàndez “pero pensaba, no dejes que noten el miedo, porque los Mossos son como perros… notan el miedo. Tenía que mantener la serenidad para llevarme la final hacia casa y así lo hice”. El diputado usó una mirada profunda y firme, de aquellas que te dicen “podría explicarte muchas cosas porque he vivido mucho y he leído todavía más. Pero prefiero expresarlo con el silencio porque no mereces que pierda tiempo y saliva contigo”.
Se calcula que, a una persona normal, esa mirada la haría agrietarse por dentro a los 20 segundos. En el caso de los Mossos aguantaron unos dos minutos “probablemente por su dificultad en decodificar el mensaje”, aseguraba Jandué. Finalmente, los Mossos cayeron rendidos, bajando la mirada. La victoria de Fernàndez se celebró con unos fuegos no-artificiales en Can Víes.
Lo de fuegos NO artificiales, tiene delito
#2 Te lo agradezco, de veras, y disculpa.
Pues vaya celebración...