Ha nacido una nueva forma de hacer crítica televisiva. Se llama “cronocrítica televisiva” y, básicamente se practica viendo la televisión con un cronómetro en una mano y un lápiz en la otra. No es fácil, porque hay que saber coordinar correctamente la pulsación de los botones del reloj con una mano y los movimientos de la otra sobre el cuaderno, pero merece la pena: todo cambia súbitamente cuando dejas de ver la televisión directamente y comienzas a verla a través de un contador de tiempo.
Comentarios
Bueno, eso de que la monarquía afecta a la vida de los espectadores...