La stravaganza bizantina de Teodora se plasmó no sólo en su colosal séquito o en la impresionante diadema que portó en la ceremonia sino en su propio comportamiento cotidiano, que incluía caprichos como bañarse en el rocío que recolectaban sus criados o -y he aquí lo que nos interesa- la negativa a tocar la comida con las manos, de modo que empleaba un tenedor de oro para pinchar los bocados que le cortaban previamente sus eunucos. La ostentación de dicho tenedor fue la gota que colmó el vaso y lo calificaron de "instrumento del diablo".
Comentarios
Lo de bañarse con rocío vale, pero lo de usar un tenedor, eso era provocar, no me jodas.
menos mal que no llevó un sacacorchos que sino la queman en la hoguera
#1 Es que los sacacorchos son más peligrosos
#3 Creo que no puede haber nada más excitante que una princesa bizantina con un sacacorchos, como comentabas antes.
No sé cómo se escandaliza con un tenedor, pero con una cuchara, fresas y nata lo habrían logrado mucho mejor.
#2 relamiéndose mientras mira al obispo de reojo
#2 Two byzantine princesses one cup ?
Comentan que el tenedor les resultaba más útil para comer pasta.
Me pregunto por qué en China siguen usando palillos...da para otro artículo en el blog.
Me encanta esta aclaración en el texto Eudoxia Macrembolitissa (la sobrina del patriarca Miguel Cerulario)
¡Claro! ¡El Ceru! Pues que diga Eudoxia la del Ceru y nos enteramos todos.
es sumamente sencillo escandalizar al homínido (en general) (sobre todo como "vulgo", individualmente se lo "comen" mejor)
La muerte siega y el diablo recolecta.