Diem estaba sentada afuera de un restaurante del barrio de Greenwich Village de Nueva York en septiembre, cuando una manada de ratas corrió apresuradamente entre sus pies. "En pocos segundos todos dimos un salto", dice. "Perdimos el apetito". Todo el mundo en Nueva York tiene una historia similar, explica. "Estamos pasando por una completa y total explosión de ratas". Echan la culpa de esta nueva plaga a la moda de cenar al aire libre que se popularizó durante la pandemia, exhortando a más gente a cenar en mesas exteriores.
Comentarios
hay que meterse los bajos de los pantalones en los calcetines, y seguir cenando
Empiezo a entender porqué se han suspendido las cenas del PP.....
Me lo autoimpongo
#4 No te creas, a mí me ha pasado lo mismo que dice el titular pero en Madrid, específicamente en Casa Julio... Eso sí, mucho más elegantes que las ratas americanas.
Igual el problema no es comer en la calle si no tirar la basura al suelo.
Cosas del primer mundo…
Mientras seamos unos cerdos la ratas y demás plagas convivirán con nosotros...
Alguien tendrá que entrenar a las tortugas ninja.
Ratatouille. Qué gran película.
Pues la de Ratatuille no cocinaba tan mal.
Solución un cuerpo policial felino
Lo peor son las ratas de dos patas.