El protagonista de la historia, según la revista ' The Art Newspaper', se agachó para un arreglo y al levantarse, no se percató de que a su espalda estaba la Venus de Townley (una obra datada del primer o segundo siglo d.C.) chocando con ella. En ese momento, la entidad no hizo público lo ocurrido ni el nombre de la empresa implicada pero la historia, ha sido redescubierta y publicada ahora por la revista especializada citada anteriormente. En 2012 otro visitante protagonizó un incidente con la misma estatua, y resultó dañada una mano
Comentarios
Entiendo que si especifican que fue un camarero es porque estaba ejerciendo de ello. ¿Qué cojones hacen montando un bar/restaurante/fiesta en pleno museo?
Recuerdo que hace unos, en una editorial de Barcelona, tenían una punta de flecha de nosécuántos miles de anos de antigüedad. Alguien la cogió para llevarla a otro sitio, en el que la iban a fotografiar, se cayó por las escaleras y la punta de flecha se rompió. Lo mejor del caso es que, inmediatamente, un editor que estaba allí le dijo al que se había caído: "no te preocupes, está asegurada".
No es un chiste, lo prometo.
#5 pues menudo cateto el editor. esos están arriba?
Por eso hay que hacer las Venus más resistentes. Esto a la de Willendorf no le pasa:
Si se ha estropeado dos veces ya no es fallo de la gente, sino de donde esta situada.
Pero el camarero está bien, ¿no?
No hay que dejar ir a fiestas a las estatuas.
Menudo rebote se pilló la obra ¿no? Tampoco era para ponerse así... pobre camarero.