En un país donde el número de mascotas supera al de niños no es raro ver a los propietarios cargar a los perros como si fueran bebés, empujándolos en cochecitos diseñados para transportarlos o llevándolos a un spa. Así que cuando se acercan las fiestas o alguna ocasión especial no es raro que los peludos amigos de los Japoneses también se vistan para la ocasión. Los dueños no conocen límites y qué mejor manera de compartir la alegría que vestir a sus pequeños con diminutos kimonos.
Comentarios
Pobres bestias.
Ke mono
Es de esas noticias en las que no sé que comentar pero que tengo claro que hay que votar...