Según el rotativo, Ribó cuenta con una escolta de media docena de agentes de la Policía Local, camuflados, que se encargan de compensar los metros que retrocede en cada pedalada levantando en volandas al alcalde y su máquina para depositarlo unos metros más adelante y evitar que el nuevo edil regrese de nuevo a la cama en lugar de ir a luchar por los valencianos y valencianas
Comentarios
Es duro tener que resultar chistoso siempre. A veces, acabas soltando paridas sin gracia como esta.