Kill Switch

—Al final ha ocurrido, la Casa Blanca ha activado el Kill Switch —dijo el becario con la voz temblorosa propia de quien teme ser el mensajero sacrificado por portar las malas noticias. Decenas de asesores y siempre le tocaba el marrón al mismo. 

El Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad quedó mudo. Cerró los ojos mientras intentaba calcular mentalmente cuántos millones acababan de perder con tanto F-35 inutilizado. "Lo advertí una y otra vez", se decía. No había que encabronar al impresentable de color naranja.

—¿Qué sugiere que hagamos? —acertó finalmente a decir.

—Podemos hablar con los chinos.

Una sola mirada bastó para hacerle comprender la estupidez que acababa de decir. Armándose de valor y recordando que era su última semana de prácticas, decidió inmolarse:

—O podemos utilizar el sistema habitual. Tragar y disimular.