Un policía de San Juan, en el estado de Nuevo México divisó a una joven de 14 años llorando en un lado de la carretera. Cuando se acercó a socorrerla, se percató de que estaba borracha y profería con su llanto cuánto echaba de menos a su novio, quien se encuentra en la cárcel. El agente no dudó en indicarle que se introdujera en el vehículo de patrulla mientras llamaba a la madre de la adolescente. Fue entonces cuando ésta aprovechó para saltar al asiento del conductor y pisar el acelerador.
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Madre cómo está el patio...