De antemano declaro mi amor incondicional por Taburete. Más allá de filiaciones políticas, criterio musical y demás zarandajas, las huestes de Willy Bárcenas son el salvavidas al que se han agarrado esos jóvenes de derechas que se encontraban huérfanos de banda sonora en un mar de batucadas podemitas, punk proetarra y vanguardia posmoderna.
Comentarios
me ha molado el artículo
la música tiene el maravilloso poder de aglutinar gilipollas con tanta fuerza como el Superglue3
#2 Y aqui estamos, usted, el artículo, el que lo ha enviad y yo. Coincidencia? No lo creo.