En su búsqueda de la fuente de la eterna juventud, esta mujer ha empleado una extraña manera que es tan atractiva en su simplicidad como extraña y extrema en su método. Intenta controlar las arrugas de su cara no sonriendo NUNCA. Es Tess Christian de 50 años, desde los diez años no ha sonreído nunca. Ni siquiera sonrió cuando nació su hija.
Comentarios
Qué tristeza de mujer.