El reverso
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WeMasterTrade desembarca en el mercado hispano, para revolucionar el mercado de las inversiones financieras

WeMasterTrade desembarca en el mercado hispano, para revolucionar el mercado de las inversiones financieras

Algo que nadie puede negar es que el mercado hispano suele estar en los últimos lugares a la hora de experimentar cambios de paradigmas. El campo de las inversiones financieras es una muestra de ello. Por años los inversores del continente han tenido un acceso limitado a servicios financieros personalizados, siendo a menudo ignorados por las empresas tradicionales de negociación por cuenta propia.

Reconociendo esto, WeMasterTrade ha decidido expandirse a los mercados hispanos de latinoamérica, ofreciendo una solución diseñada para empoderar a los inversores con herramientas, capital y soporte que necesitan para mejorar. ¿Qué hace diferente a WeMasterTrade del resto de firmas de inversión? A diferencia de las firmas tradicionales, WeMasterTrade se ha convertido en una de las firmas “prop” más importantes del mundo.

Una empresa de prop trading, o empresa de negociación por cuenta propia, proporciona a los operadores acceso a mayores fondos de capital a cambio de una parte de los beneficios, lo que elimina la necesidad de exponerse a riesgos personales y abre las puertas a mayores oportunidades. Al entrar en este mercado, WeMasterTrade no solo ofrece un servicio más, sino que responde a una necesidad largamente esperada de soluciones de negociación inclusivas y accesibles en la región.

Ofrecer soluciones de negociación flexibles y transparentes para operadores profesionales

Este tipo de industrias ha estado dominado a lo largo del tiempo por normas estrictas y sobre todo, muy rígidas. Pero por si esto fuera poco, siempre se han tenido estructuras de comisiones poco transparentes, y muchas barreras que han dejado por fuera a muchos inversores talentosos, especialmente en mercados emergentes como el latinoamericano.

La expansión de WeMasterTrade en el mundo hispanohablante se basa en un principio diferente: el empoderamiento a través de la flexibilidad y la transparencia.

A diferencia de los modelos tradicionales con sus condiciones restrictivas, WeMasterTrade se ha esforzado conscientemente por marcar una diferencia. Ofreciendo parámetros de trading adaptables, junto a condiciones claras de participación en los beneficios y acceso escalable al capital, todo ello diseñado para hacer frente a los retos reales a los que se enfrentan los operadores profesionales.

 

Con el esfuerzo colocado en evitar dificultades y demoras innecesarias, hay una posibilidad de proveer capacidad para acomodar diferentes tipos de trading además de proveer sistemas directos y específicos de evaluación. Para los operadores latinoamericanos, que durante mucho tiempo se han visto perjudicados por enfoques uniformes, este cambio representa más que una simple oportunidad: es una posibilidad de operar en igualdad de condiciones.

¿Qué pueden esperar los traders?

La entrada de esta poderosa firma en el mercado latino es más que solo proveer accesibilidad a todos los potenciales inversores, se trata de redefinir que es lo que pueden esperar los operadores de una firma prop. Buscando priorizar la equidad, el apoyo y la escalabilidad, la plataforma ofrece ventajas tangibles adaptadas a las necesidades de los inversores profesionales latinoamericanos.

La firma ofrece una participación de los beneficios que no tiene ningún rival en el mercado. Los inversores pueden conservar hasta un 90% de las ganancias generadas por sus inversiones, garantizando de esta manera que el éxito se traducirá en una ganancia financiera. Incluso durante la fase de evaluación, los traders conservan el 30 % de sus ganancias, una característica poco común que recompensa la habilidad desde el principio.

Todo operador experimentado sabe que las operaciones no se detienen a las 5 de la tarde, por lo que disponer de un soporte técnico en todo momento es algo que toda firma que se precie debe ofrecer a sus clientes. Con asistencia en español las 24 horas del día, los operadores obtienen ayuda oportuna sin barreras lingüísticas, ya sea que se encuentren en la Ciudad de México, en Buenos Aires o en Madrid.

El gran diferenciador

En un mercado en el que los operadores suelen enfrentarse a complejidades y retrasos innecesarios, WeMasterTrade destaca por dar prioridad a la simplicidad, la rapidez y la equidad entre la firma y los operadores.

Configurar la cuenta es sumamente rápido. Estarás operando en cuestión de horas, no de días, sin trámites burocráticos ni obstáculos innecesarios. El retirar tus ganancias es sencillo, recibirás tus pagos de forma rápida y sin complicaciones, con procesos transparentes y sin comisiones ocultas.

WeMasterTrade es una empresa con un marcado enfoque en el mercado hispano. Es una plataforma diseñada teniendo en cuenta las necesidades regionales, desde métodos de pago locales hasta recursos en español.

WeMasterTrade el socio ideal para tu travesía

WeMasterTrade no es otra empresa, es LA EMPRESA. Busca convertirse en el aliado a largo plazo para los traders que están listos para competir en el escenario global. Al combinar financiación flexible, condiciones transparentes y asistencia específica para cada región, están derribando las barreras que han frenado durante demasiado tiempo a los traders hispans y latinoamericanos.

Pero no se trata solo de democratizar el acceso al capital, está buscando sentar las bases para que el crecimiento sea sostenible a corto, mediano y largo plazo. Ya sea que estés perfeccionando tu estrategia de trading o empezando en este emocionante mundo, puedes encontrar en WeMasterTrade a tu aliado ideal. 

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¿Es la economía una ciencia?

¿Es la economía una ciencia?

Ayer en una cena con unos amigos emprendedores salió el sempiterno tema de los aranceles. Ambos son economistas y se enzarzaron en una discusión sobre si los aranceles afectaban positivamente o negativamente a la economía del país que especula con ellos. En este caso, Estados Unidos. Yo, que estaba más pendiente de no quedarme sin la última croqueta, asistí al debate como quien mira un partido de tenis: bola va, bola viene, argumentos técnicos, referencias a Krugman y Friedman, y al final la sensación de que la pelota seguía en el aire.

Es en esos momentos cuando me pregunto si la economía es realmente una ciencia o más bien un entretenimiento sofisticado, como la ruleta rusa. Porque seamos sinceros: si el sello de la cientificidad está en la precisión de sus predicciones, la economía suspende cum laudem. Los físicos pueden anticipar un eclipse al segundo, los biólogos describen la propagación de un virus con márgenes bastante fiables y hasta las predicciones actuales de apuestas deportivas tienen más tino, pero los economistas… son un absoluto desastre.

Lo divertido es que, a pesar de su dudosa reputación profética, insisten en disfrazar sus modelos de leyes universales. Uno te dice que los aranceles siempre fortalecen la industria nacional, otro que son un suicidio económico, y ambos te lo presentan con ecuaciones tan largas que parecen escritas por un dios aburrido. Al ciudadano medio solo le queda la duda: ¿cómo puede ser ciencia algo que ofrece conclusiones tan opuestas con idéntico aire de certeza?

La respuesta fácil es que la economía estudia seres humanos, y los humanos somos peor que electrones con jet lag. Un electrón no cambia de opinión tras leer un tuit de Trump, pero un inversor sí. De ahí que cualquier predicción económica tenga la fiabilidad de los propósitos de Año Nuevo: se hacen con buena intención y se incumplen a la primera tentación. Sin embargo, sería injusto degradar la economía al nivel de tertulia televisiva. Tiene método, recopila datos, construye modelos, falsifica hipótesis. Su problema no es la falta de rigor, sino la naturaleza indisciplinada de su objeto de estudio. Queremos que nos diga qué pasará con la inflación en 2025, pero la realidad es que bastante hace con explicar por qué seguimos discutiendo sobre el aceite de oliva en la caja del súper.

Y no olvidemos la paradoja más deliciosa: cuando un economista anuncia una recesión, puede que la provoque. Cuando anuncia bonanza, puede que la arruine. La mera predicción altera el fenómeno. Eso no ocurre en física: un eclipse no se cancela porque alguien lo prediga en prime time. Pero en economía, la expectativa es parte del juego. Yo he llegado a la conclusión de que la economía es una ciencia tragicómica: lo intenta con rigor, se equivoca con entusiasmo y siempre encuentra una explicación convincente después de los hechos. A veces pienso que es la versión académica del fútbol: millones de espectadores, teorías para todos los gustos y la certeza de que el lunes habrá análisis sesudo de por qué el balón entró o no entró.

¿Es entonces la economía una ciencia? Pues tengo muchísimas dudas porque intentar aplicar el método científico a algo tan volátil como el comportamiento humano me parece un acto de fe casi religioso. El método científico exige hipótesis claras, experimentos controlados y resultados verificables. La economía, en cambio, juega en un terreno donde controlar variables es imposible. ¿Cómo hacer un experimento serio sobre aranceles cuando los políticos cambian las reglas a mitad de partido, las multinacionales esconden cartas bajo la manga y los consumidores reaccionan como si fueran hinchas de fútbol? ¿De verdad podemos llamar ciencia a algo que se practica en estadios tan imprevisibles?

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