Hace 5 años | Por ilturco a elindependiente.com
Publicado hace 5 años por ilturco a elindependiente.com

os hemos imaginado el interior de la Tierra (y de Marte), como una receta con chocolate fundido y láminas de manzana. Éstas serían las placas tectónicas sobre las que se asientan los continentes. Al poner la fuente con chocolate al fuego, como ocurre en el interior de la Tierra, el manto chocolateado empieza a bullir lentamente, moviendo las láminas, que pueden chocar.