Hace 10 años | Por tnt80 a apod.nasa.gov
Publicado hace 10 años por tnt80 a apod.nasa.gov

La lluvia de meteoros Líridas anual de la Tierra alcanzó su punto máximo antes del amanecer del 22 de abril, cuando nuestro planeta se abrió paso entre el polvo de la cola del cometa de periodo largo Thatcher. Incluso en el desierto de Atacama, seco y oscuro a lo largo de la costa pacífica de Chile, la luz de un cuarto menguante hizo brillar el cielo nocturno, lleno de tenues rayas de meteoros. Pero los más brillantes meteoros de las Líridas aún montaban un espectáculo.