Hace 8 años | Por tnt80 a eso.org
Publicado hace 8 años por tnt80 a eso.org

Cuando las primeras galaxias se empezaron a formar, unos cuantos cientos de años después del Big Bang, el universo estaba poblado por una niebla de gas de hidrógeno. A medida que empezaron a aparecer y a aumentar las fuentes brillantes — tanto estrellas como cuásares alimentados por enormes agujeros negros — estas despejaron la niebla e hicieron el universo transparente a la luz ultravioleta [1].