La decisión de Moody’s de recortar el rating que otorga a la compañía a niveles de Baa2 ha sido el último golpe que ha lastrado la evolución de la compañía en los mercados. Este nuevo golpe ha llevado la cotización de Vodafone a sus niveles más bajos desde la última década. Desde enero de 2018, la compañía que dirige Nick Read ha visto esfumarse más del 40% de su valor, lo que se ha traducido en una pérdida de capitalización cercana a los 21.000 millones de libras (alrededor de 25.000 millones de euros).
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