Hace 5 años | Por --506196-- a lainformacion.com
Publicado hace 5 años por --506196-- a lainformacion.com

La noticia dio la vuelta al mundo, como lo hacen esas noticias jocosas que informan de puentes que se quedan cortos, o se caen. Uno se divierte mucho leyendo esas cosas que en el caso español fue calificada como ‘chapuza hispánica’. Pero era demasiado torpe para ser verdad. O al menos para ser completamente de verdad.

Comentarios

Incitatus33

Yo le doy positivo al intento. Aquí somos muy de criticar y llorar y así nos va.
Muy bien lo de intentar hacer cosas, que valdran una pasta, pero esa "pasta " se queda en España para nuestros ingenieros y fábricas.

sinanpacha

A finales de los 90, España tenía, a través de lo que ahora es Navantia, un ventajoso acuerdo con los astilleros franceses DNCS para la construcción de submarinos, entre ellos los actuales S-70. Parecía un paso lógico que ambos países diseñasen conjuntamente un submarino de nueva generación, con un sistema de propulsión AIP y que, juntos, optasen a los distintos concursos de exportación. Sin embargo, por causas nunca aclaradas, se decidió que no. Que Navantia tenía capacidad sobrada para construir sus propios submarinos (el sistema de armamento más complejo que se pueda imaginar) y se rompió con DNCS de una manera traumática. Casi 20 años después, el modelo francés (clase Scorpene) lleva más de una década operativo; ha sido exportado con éxito a Pakistán o, recientemente, a Australia y su precio por unidad (al igual que sus homólogos alemanes de la clase U-214) ronda los 500 millones de euros. El S-80, en cambio, entrará en servicio casi 15 años después de lo estipulado. Las dos primeras unidades irán sin AIP, con lo que serán mucho, mucho más ruidosos y en términos prácticos, obsoletos. Los dos siguientes (aun no se sabe si será uno o serán dos), se supone que lo montarán). El precio total, sin incluir las carenas -el proceso de mantenimiento de los viejos S-70) será de unos 4.000 millones de euros, excluyendo el mantenimiento o futuros "retoques" que se puedan necesitar. Mientras tanto, países como Australia, Italia, Turquía o Portugal no han tenido problema en comprar submarinos AIP de última generación y operarlos durante una década. España no. Aquí hemos tirado dinero público a espuertas para construir un submarino que no se va a poder exportar (aunque solo sea porque llega horriblemente tarde: el último contrato importante fue el de la India, al que Navantia decidió no presentarse por motivos obvios) y que, además, no revierte realmente en la economía nacional. El casco, sí, es de diseño español -como se ha podido comprobar estos años, ejem-, pero el resto de los componentes, los elementos de alta tecnología que convierten el buque en un arma de combate, se hacen fuera: periscopios italianos, óptica alemana, torpedos británicos, sonar norteamericano y así sucesivamente. Y, por último, todo esto con CERO responsabilidades por haber hecho desaparecer un pastizal de dinero público en una época de crisis atroz que mejor empleado hubiera estado en mitigar recortes sanitarios o educativos. Y encima algunos aplaudís que este engendro siga adelante: muy MarcaEspaña todo.
.

D

#4 Hay que tomar riesgos , y no tener miedo al fracaso, alguna vez saldrá bien mon ami

D

#5 No, con el dinero público no hay que tomar riesgos. Si quieres riesgos, coge todo tu dinero y vete al casino.

o

Interesante