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#12:
Aquéllos que me habéis leído, sabéis (y si no, os lo digo yo ahora mismo) que soy feminista. Expuesta mi manera de pensar, ésta feminista está en contra de lo dicho en el artículo. Yo creo que sí, Hugh Hefner hizo mucho por la normalización del sexo y, por lo tanto, por la consecución del placer femenino, por la necesidad sexual de la mujer.
Primero: no podemos juzgar una revista que se editó en la década de los cincuenta, con los parámetros de hoy. En los anuncios de entonces, aparecían maridos pegando a sus mujeres, la publicidad del día de la madre era todo electrodomésticos, y las mujeres no tenían mucha más vida que las tareas del hogar, los arreglos florales y quizás algún grupo de barrio donde preparaban pasteles para alguna subasta benéfica. Pun-to. Una revista en la que se hablaba de política, coches, deportes, y en la que había fotos eróticas (no pornográficas) de mujeres, desde luego no tenía el menor interés para ellas. Al igual que otras revistas que fueron a rebufo de la Playboy, como la DT, o el Interviú, se consideraban "entretenimiento para hombres", porque, sencillamente, las mujeres carecíamos de la educación e inquietudes para que nos interesara algo como eso. Y de eso, no tenía la culpa Hugh Hefner...
Segundo: las conejitas que trabajaban (y creo que trabajan) en los centros Playboy, pueden ser de baja extracción social y poca educación, y están allí para alegrarle la vista a los clientes, en su mayoría hombres. Nadie nos va a hacer creer que son geikos educadísimas para amenizar reuniones con su conversación y su destreza en tocar instrumentos musicales... lo sabemos. Y ellas, lo saben también. A ninguna se la obliga a trabajar allí, luego vamos a quitarnos el halo de victimización, que si tienen un horario que las explota y un sueldo mísero, están igual que cualquier currito, y si están tan mal, no creo que nadie les ponga un puñal en el pecho para seguir allí.
Tercero: la norma de Playboy, una de las principales, es que ese pibón de las páginas interiores (recordemos que las chicas que posaban, podían hacerlo en ropa interior, tapadas o desnudas. Era SU elección), podía estar viviendo a tu lado y que tú no te hubieras dado cuenta de ello. Eso, es normalizar el sexo, hacer ver a los hombres que no sólo las actrices y las modelos son hiperguapísimas, también la chica que se te queda mirando y a quien tú ignoras porque tiene gafas y pecas, puede ser guapísima si tú logras que se desmelene para ti. La mujer que posaba desnuda, ya no era "una guarra", porque ya no eran exclusivamente modelos que viviesen de ello, sino abogadas, doctoras, dependientas o amas de casa quienes lo hacían... O todas éramos guarras o, más sencillamente, ninguna lo era. Todas queríamos disfrutar del sexo, todas queríamos desnudarnos y que nos tocaran y acariciaran, y gozar con un hombre, sin importar que ese hombre no fuera Paul Newman, o que nosotras no fuéramos Sofía Loren. Esa era la magia de Playboy. Hacerte ver que, en realidad, todas podemos ser guapas, todas podemos ser tigresas. Quizá seamos más tímidas que tú, pero tenemos las mismas ganas de sexo que tú.
Resumiendo: si no te gusta la revista Playboy, estupendo. Nadie te obligaba a leerla. El erotismo y el porno han sido muy útiles para que el hombre y la mujer sepan conocer sus propios cuerpos, se desliguen un poco de las ideas de indecencia y pecado (que ya iba siendo hora...), y para aprender a dar y recibir placer. Y... malas noticias para los musulmanes: entre Lemmy y éste hombre, no creo que quede ya ninguna virgen en el Cielo.
Primero: no podemos juzgar una revista que se editó en la década de los cincuenta, con los parámetros de hoy. En los anuncios de entonces, aparecían maridos pegando a sus mujeres, la publicidad del día de la madre era todo electrodomésticos, y las mujeres no tenían mucha más vida que las tareas del hogar, los arreglos florales y quizás algún grupo de barrio donde preparaban pasteles para alguna subasta benéfica. Pun-to. Una revista en la que se hablaba de política, coches, deportes, y en la que había fotos eróticas (no pornográficas) de mujeres, desde luego no tenía el menor interés para ellas. Al igual que otras revistas que fueron a rebufo de la Playboy, como la DT, o el Interviú, se consideraban "entretenimiento para hombres", porque, sencillamente, las mujeres carecíamos de la educación e inquietudes para que nos interesara algo como eso. Y de eso, no tenía la culpa Hugh Hefner...
Segundo: las conejitas que trabajaban (y creo que trabajan) en los centros Playboy, pueden ser de baja extracción social y poca educación, y están allí para alegrarle la vista a los clientes, en su mayoría hombres. Nadie nos va a hacer creer que son geikos educadísimas para amenizar reuniones con su conversación y su destreza en tocar instrumentos musicales... lo sabemos. Y ellas, lo saben también. A ninguna se la obliga a trabajar allí, luego vamos a quitarnos el halo de victimización, que si tienen un horario que las explota y un sueldo mísero, están igual que cualquier currito, y si están tan mal, no creo que nadie les ponga un puñal en el pecho para seguir allí.
Tercero: la norma de Playboy, una de las principales, es que ese pibón de las páginas interiores (recordemos que las chicas que posaban, podían hacerlo en ropa interior, tapadas o desnudas. Era SU elección), podía estar viviendo a tu lado y que tú no te hubieras dado cuenta de ello. Eso, es normalizar el sexo, hacer ver a los hombres que no sólo las actrices y las modelos son hiperguapísimas, también la chica que se te queda mirando y a quien tú ignoras porque tiene gafas y pecas, puede ser guapísima si tú logras que se desmelene para ti. La mujer que posaba desnuda, ya no era "una guarra", porque ya no eran exclusivamente modelos que viviesen de ello, sino abogadas, doctoras, dependientas o amas de casa quienes lo hacían... O todas éramos guarras o, más sencillamente, ninguna lo era. Todas queríamos disfrutar del sexo, todas queríamos desnudarnos y que nos tocaran y acariciaran, y gozar con un hombre, sin importar que ese hombre no fuera Paul Newman, o que nosotras no fuéramos Sofía Loren. Esa era la magia de Playboy. Hacerte ver que, en realidad, todas podemos ser guapas, todas podemos ser tigresas. Quizá seamos más tímidas que tú, pero tenemos las mismas ganas de sexo que tú.
Resumiendo: si no te gusta la revista Playboy, estupendo. Nadie te obligaba a leerla. El erotismo y el porno han sido muy útiles para que el hombre y la mujer sepan conocer sus propios cuerpos, se desliguen un poco de las ideas de indecencia y pecado (que ya iba siendo hora...), y para aprender a dar y recibir placer. Y... malas noticias para los musulmanes: entre Lemmy y éste hombre, no creo que quede ya ninguna virgen en el Cielo.
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Aquéllos que me habéis leído, sabéis (y si no, os lo digo yo ahora mismo) que soy feminista. Expuesta mi manera de pensar, ésta feminista está en contra de lo dicho en el artículo. Yo creo que sí, Hugh Hefner hizo mucho por la normalización del sexo y, por lo tanto, por la consecución del placer femenino, por la necesidad sexual de la mujer.
Primero: no podemos juzgar una revista que se editó en la década de los cincuenta, con los parámetros de hoy. En los anuncios de entonces, aparecían maridos pegando a sus mujeres, la publicidad del día de la madre era todo electrodomésticos, y las mujeres no tenían mucha más vida que las tareas del hogar, los arreglos florales y quizás algún grupo de barrio donde preparaban pasteles para alguna subasta benéfica. Pun-to. Una revista en la que se hablaba de política, coches, deportes, y en la que había fotos eróticas (no pornográficas) de mujeres, desde luego no tenía el menor interés para ellas. Al igual que otras revistas que fueron a rebufo de la Playboy, como la DT, o el Interviú, se consideraban "entretenimiento para hombres", porque, sencillamente, las mujeres carecíamos de la educación e inquietudes para que nos interesara algo como eso. Y de eso, no tenía la culpa Hugh Hefner...
Segundo: las conejitas que trabajaban (y creo que trabajan) en los centros Playboy, pueden ser de baja extracción social y poca educación, y están allí para alegrarle la vista a los clientes, en su mayoría hombres. Nadie nos va a hacer creer que son geikos educadísimas para amenizar reuniones con su conversación y su destreza en tocar instrumentos musicales... lo sabemos. Y ellas, lo saben también. A ninguna se la obliga a trabajar allí, luego vamos a quitarnos el halo de victimización, que si tienen un horario que las explota y un sueldo mísero, están igual que cualquier currito, y si están tan mal, no creo que nadie les ponga un puñal en el pecho para seguir allí.
Tercero: la norma de Playboy, una de las principales, es que ese pibón de las páginas interiores (recordemos que las chicas que posaban, podían hacerlo en ropa interior, tapadas o desnudas. Era SU elección), podía estar viviendo a tu lado y que tú no te hubieras dado cuenta de ello. Eso, es normalizar el sexo, hacer ver a los hombres que no sólo las actrices y las modelos son hiperguapísimas, también la chica que se te queda mirando y a quien tú ignoras porque tiene gafas y pecas, puede ser guapísima si tú logras que se desmelene para ti. La mujer que posaba desnuda, ya no era "una guarra", porque ya no eran exclusivamente modelos que viviesen de ello, sino abogadas, doctoras, dependientas o amas de casa quienes lo hacían... O todas éramos guarras o, más sencillamente, ninguna lo era. Todas queríamos disfrutar del sexo, todas queríamos desnudarnos y que nos tocaran y acariciaran, y gozar con un hombre, sin importar que ese hombre no fuera Paul Newman, o que nosotras no fuéramos Sofía Loren. Esa era la magia de Playboy. Hacerte ver que, en realidad, todas podemos ser guapas, todas podemos ser tigresas. Quizá seamos más tímidas que tú, pero tenemos las mismas ganas de sexo que tú.
Resumiendo: si no te gusta la revista Playboy, estupendo. Nadie te obligaba a leerla. El erotismo y el porno han sido muy útiles para que el hombre y la mujer sepan conocer sus propios cuerpos, se desliguen un poco de las ideas de indecencia y pecado (que ya iba siendo hora...), y para aprender a dar y recibir placer. Y... malas noticias para los musulmanes: entre Lemmy y éste hombre, no creo que quede ya ninguna virgen en el Cielo.
#12 Magnífica opinión. Ojalá más personas pensasen como tú.
Y, en otro orden de cosas: http://www.rae.es/consultas/el-adverbio-solo-y-los-pronombres-demostrativos-sin-tilde
#12 Tengo tanto que decir a esto que no sé ni por donde empezar. Así que no voy a empezar, porque sé que oponerse a la idealización de los muertos es un camino muy cuesta arriba y que, al final, no suele merecer la pena
#12 No es que fueran Geikos, pero tampoco podían ser iletradas o maleducadas
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Conejita_de_Playboy
No es que pidieran doctorado, pero aparte del físico, si que tenían que tener ciertos conocimientos, saber estar y relaciones publicas.
En dichos locales, el trato debía ser exquisito, así que "cualquiera" no trabajaba en ellos.
Por lo demás, parece que solo hay un local de este estilo, en el The Palms, las vegas.
Saludos
#12 si lo hizo
pero sobretodo pqe era una e´poca muy puritana
pero no lo hizo pqe las mujeres eran solo objetos y él lo dijo ademas asi
#5 Lo dicho
#5 La muerte no hace parecer más sexy a nadie. Marilyn era una diosa, no hay más que decir
¿Que integró laboralmente a algunas mujeres con una razón talla de sujetador/CI que tendía a infinito?
#2 No incluyas en esa lista a Marilyn Monroe
#3 Vaya gustos vetustos.
#3 #4 Supongo que eres de esos tiquismiquis que solo os conformais con las bellezas prefabricadas y despreciais a toda una mujer por el simple hecho de estar muerta.
Que triste.
#5 Oye, que yo no tengo nada en contra de la necrofilia, pero a mí no me pone.
Depende de las mujeres. Las feas no.
A mí no me preguntéis, yo compraba la revista por sus artículos
Una cosa que tengo clarísima de parte de las feministas de la tercera/cuarta ola. Es que los derechos sexuales, la libertad sexual de la mujer les importa poco o nada. En realidad están a la misma altura que el machismo:
Una mujer se desnuda/posa desnuda:
- Machismo: "Luego querrán que no las violen" "es una zorra" "es una puta" "¿quieres follar conmigo"...
- Feminismo radical de la 3ª/4ª ola: "Es denigrante" "Eres una guarra y te crees que todas somos así" "¿Qué pensarás si te ven tus hijos?" "Tu no eres feminista y no puedes representar el feminismo" (esto último no con estas palabras exactas se lo dijeron a Emma Watson por su posado en Vanity Fair. Incluso en España le dedicaron unas palabras de que si ella nos es feminista...)
Una de las mejores cosas sobre el cuerpo de la mujer y la reviindicación de este fue en la revista Women´s Health, donde una serie de mujeres reviviindican el cuerpo de la mujer. Y sobre todo me llamó mucho la atención un cartelito que alguna posaba que ponía lo siguiente "No quiero otro cuerpo, busco mi mejor versión" y otro más "Entreno para sentirme bien, no para que me veas bien". Simplemente fantástico, porque así debe ser. Alguna actriz también puso algo parecido, que no me acuerdo ahora de las palabras exactas, pero básicamente decía esto. Me desnudo por mi, no por ti.
Es que si las mujeres se autocensuran, fuera de temas polémicos que si prostitución, la industria del porno. Ver más que la belleza de una persona. Pero es que a veces parece que no se puede ser guapa/o y tener talento a la vez. Y muchas actrices españolas, como dije lo demuestran.
Mujeres de España y del Mundo, sois actrices de vuestras propias vidas y nadie debe deciros que decisiones tomar. Porque el guión lo debéis marcar vosotras mismas, no que alguien os lo escriba.
Salu2
Yo esta lógica feminista no la entiendo, siempre tienen que buscarle la puntilla a todo, incluso en el erotismo y el porno.
Lo de la foto de Marilyn Monroe es una tremenda chorrada, porque entonces habría que acusar toda la prensa rosa cada vez que publican fotos de famosas en la playa en top less (tampoco tienen el permiso de las famosas para publicarlas).
Ha hecho famosas y ricas a muchas mujeres, que lo hicieron por exhibir su cuerpo? bueno, hay muchas otras mujeres que su hacen millonarias por lucir su cuerpo aunque sea de otra manera: modelos, cantantes, actrices, incluso presentadoras de televisión.
A mi me gustaría preguntarle a la autora del artículo que tienen que agradecer las mujeres a las feministas que se manifiestan enseñando las tetas.
Fuera de la liberación sexual, también mantuvo a muchos (y buenos) escritores que encontraron en su revista una salida a su obra.
#1 él mismo dijo que el p-boy era solo para hombres
y ademas a las mujeres recomendaba ir a tricotar.
Puede que haya contribuido a deshinibir la sexualidad en una época puritana
pero pensaba qe las mujeres eran objetos sexuales
etc
-
Lo pone en el articulo
pero la mayoria d ls que opinan se ve que no lo han leido
El tinte azul y rosa para el pelo han hecho mucho más por la mujer.
Dónde va a parar.