Cuando Gran Bretaña era miembro de la UE, los nuevos automóviles británicos y europeos seguían la misma legislación. Pero tras el Brexit, Bruselas introdujo el Reglamento General de Seguridad 2 (GSR2), que exigía que se preinstalaran distintos dispositivos y tecnologías. Entre ellos se encuentran los alcoholímetros, que impiden que el motor de un coche arranque si el conductor no pasa la prueba de alcohol. Según el reglamento, todos los modelos nuevos deben contar con equipos que faciliten la instalación de un alcoholímetro. Es probable que
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