Hace 6 años | Por AntonioGramsci1... a lamarea.com
Publicado hace 6 años por AntonioGramsci1000 a lamarea.com

Para quien quiera leer la situación desapasionadamente, Cataluña nos ha recordado que el concepto de autonomía de lo político es mucho más que una construcción teórica. La política, esto es, la forma de enfrentar ordenadamente unos problemas o aspiraciones en sociedad guiada por una ideología, necesita de narrativa y discurso, de metáforas y significantes, de manejo de la épica y las emociones, de apelación a la razón y la conveniencia. Pero su puesta en marcha no puede ser nunca tan solo declamativa

Comentarios

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"Que cada uno en la izquierda se conforme con lo que quiera para dar esquinazo a la cuestión: la ilegalidad, las contradicciones y el interclasismo catalán, las guerras culturales por todo horizonte, el que las feministas o los jubilados nos saquen las castañas del fuego. Lo que quieran, pero que no se les olvide: ustedes son los siguientes."

Pues la verdad es que no. La cuestión sigue sobre el nacionalismo y no sobre problemas sociales ergo la izquierda no tiene hueco para pronunciarse en algo que rechaza de base. Eh ahí porque ciudadanos, PP y sus equivalente catalanes crecen mientras la izquierda pierde votos.

La única salida que nos queda es hacer lo que hacemos siempre, pedagogía. Hablar y explicar una y otra vez a los obreros de ambos bandos que están siendo utilizados por las élites para perpetuarse en el poder. Que pase lo que pase de este conflicto solo pueden salir peor si siguen adelante con sus objetivos y que las vías a un mejor país están en el debate sano sobre problemas comunes tratados de forma objetiva. Pero mientras sigamos con miedo a decir las cosas claras ( El independentismo es basura y si acaso solo sirve para cambiar quien te oprime y que el estado que tenemos es el que merecemos porque nadie esta dispuesto a darle una oportunidad a alternativas) seguiremos perdiendo ahí donde nos necesiten.

AntonioGramsci1000

#2 La racionalidad en política no es operativa, no funciona. Ojalá, pues el mundo sería distinto. Pero me medio de esa lucha de pasiones el hueco que hay es la nada, el vacío.

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Hay un relato de comunismo millonario xenófobo