Hace 7 años | Por Herumel a eldiario.es
Publicado hace 7 años por Herumel a eldiario.es

El economista presenta su libro Desmontando los mitos económicos de la derecha en el que busca acabar con la idea de que otra política económica no es posible. Defiende que el concepto de empleo debe cambiar: "Todo aquel trabajo que redunda en beneficio de nuestros prójimos tiene que ser considerado empleo y remunerarse"

Comentarios

D

El enésimo rojelio "comunista", terror de los empresarios y hombres de buena fe, que quiere "cambiar las cosas" pero sin cambiar nada porque "el sistema al fin y al cabo no es tan malo".

Amo a vé: o capitalismo o comunismo.

Los parias de la tierra y los proletarios no salen de la pobreza absoluta permitiendo que Periquito pueda hacerse milmillonario con su empresa.

Los currantes no pueden tener unas Nike Air, un Ford Focus, un iPhone y una hipoteca para hacerse un chalet si permitimos que nos gobiernen los comunistas.

Elige una de las dos y deja de dar por culo que estoy ya hasta las pelotas de neorrojelios perroflautas de "capitalismo con rostro humano" y sus putas ONGs y periódicos "alternativos" vendiéndome suscripciones, libros y cuotas.

Gracias y buenos días.

Herumel

#1 Por la misma "sin"razón, el ejercito te lo deberías de pagar tú el que tú pudieras, las carreteras, la seguridad social, los sistemas de inteligencia, y de las subenciones y precios controlados del sector primario ya ni hablamos...
El día que entendaís que no existe ningún país en la tierra ni completamente capitalista, ni completamente comunista os implosiona el coco.
En fin...

D

Amos a vé, en realidad la idea central (y cuando digo la idea central me refiero a la idea central) del liberalismo económico me parece genial, es el mejor procedimiento que se ha podido inventar para combatir e impedir la corrupción y el enriquecimiento injusto. Vamos a ver un ejemplo de cómo la idea central del liberalismo económico es lo mejor para impedir la corrupción y el enriquecimiento injusto:

Pensemos a modo de ejemplo en un alto cargo que gana un sueldo millonario sin dar un palo al agua, es decir, un alto cargo cuyo puesto consiste en robar a los cargos que trabajan y producen de verdad (caso que, por otra parte, es la norma en el mundo real; hay bastantes ejemplos en los que pensar: el rey, los altos cargos públicos, los directivos de la banca y de las grandes compañías privadas, etc...). ¿Cómo podemos impedir ese enriquecimiento injusto vía liberalismo económico? Es tan fácil como organizar un procedimiento de selección de candidatos (una oposición, un concurso, una prueba selectiva, un examen, como queráis llamarlo) para que sepamos cuántas personas se ofrecerían para ese alto puesto, realizando de forma cualificada, rigurosa, perfecta, honesta y leal las funciones dadas y especificadas para ese puesto, y cobrando el sueldo que actualmente está cobrando el alto cargo que está ocupando ese puesto. Como el actual sueldo es altísimo, seguramente se presentarán muchísimos candidatos capaces y cualificados, muchos más candidatos de los que se necesitan para el puesto. Y justo aquí es donde entra en acción la magia del liberalismo económico: como se han presentado más candidatos de los que se necesitan para el puesto, ¿qué podemos hacer para que se presenten menos candidatos? REDUCIR EL SUELDO MILLONARIO DEL ALTO PUESTO. A medida que vamos reduciendo el sueldo del alto puesto, cada vez más candidatos irán considerando que ya el puesto no les interesa (por ejemplo, las funciones del puesto les empiezan a resultar demasiado exigentes, dadas sus capacidades personales, para los menores sueldos que se van ofreciendo), por lo cual a medida que el sueldo asignado a ese alto puesto va siendo menor el número de candidatos perfectamente cualificados que mantiene su candidatura para el puesto va siendo también menor. ¿Cuándo debemos parar de reducir el sueldo ofrecido? ¿Hasta qué valor exacto debemos reducir el sueldo ofrecido? pues, como el número de candidatos perfectamente cualificados irá reduciéndose también, entonces iremos reduciendo el sueldo ofrecido para el puesto hasta que quede un número de candidatos perfectamente cualificados que sea exactamente igual al número de candidatos que precisamente se necesiten, lo cual a su vez equivale al número de puestos de trabajo que se deseen ocupar: un alto puesto, en nuestro ejemplo. Una vez determinado el sueldo exacto por este procedimiento selectivo, ¿qué candidatos nos quedan? LOS MÁS EFICIENTES, es decir, los que pueden desempeñar de forma cualificada y perfecta las tareas del puesto por menos coste salarial para el erario público.

Esta es la idea central del liberalismo económico, y como veis es maravillosa, es el mejor procedimiento que se puede inventar para atajar e impedir la corrupción de los altos cargos robando sueldos millonarios a los cargos productivos sin dar un palo al agua. El problema con el liberalismo económico es que en él también hay cosas malas, cosas malas que precisamente intentan contrarrestar lo que de bueno tiene el liberalismo económico. Por ejemplo, en términos de liberalismo económico estricto, las empresas pueden pactar precios, pueden fusionarse y concentrarse para impedir la competencia perfecta y para poder pactar precios por esta otra vía, y en definitiva adoptarán medidas que en un contexto de libertad económica pueden adoptar y que pueden neutralizar lo que de peligroso tiene el liberalismo económico para el bolsillo de los altos cargos.

Y es aquí donde deben entrar en juego la regulación estatal y las políticas de izquierda: las políticas de izquierda deben ejercer un control sobre el liberalismo económico que permita que solo funcione lo bueno del liberalismo económico (para impedir los sueldos millonariamente excesivos de los altos cargos) y que impida todas las demás operaciones económicas libres que los altos cargos se inventarán para poder seguir robando a los trabajadores.

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Yo me he metido mucho con este chaval por ser un enchufado pero despues de leer este articulo... pues que me gusta lo que dice. Que si, que era un enchufado y lo sigue siendo, pero que me parece que tiene alguna buena idea. Me recuerda al Alberto Garzon de hace unos años.

En lo que no estoy de acuerdo es en el analisis que hace sobre como teniendo mas capacidad ahora de producir la gente vive peor que sus padres porque ahora se hace mal el reparto. No, es justo al contrario. Nuestros padres vivian mejor porque entonces se hacia mal el reparto y a todos los que vivian en Africa, Asia o Sudamerica les daban mucho por culo, y ahora a nosotros nos toca vivir peor porque ahora se hace mejor el reparto y en Asia y Sudamerica empiezan a comer carne de vez en cuando y a llevar moviles en el bolsillo (lo de Africa para dentro de un par de decadas). Nos toca vivir peor porque ahora se hace un poco mejor el reparto.

Pero me ha gustado lo que ha dicho el chaval. Es un enchufado, pero por mi podian tirar a Mato al rio y ponerle a el.