El hambre y las ganas de comer. Si hay dos compañías que en España han hecho bueno el no te fijes en lo que dicen, mira lo que hacen son Telefónica e Indra, en ambas el llamado Gobierno Corporativo es desgobierno
El atraso en tecnología es algo que debemos a nuestras grandes empresas, que no invierten dinero en España y lo hacen en países extranjeros a costa de nuestro dinero y de chuparnos la sangre.
Sólo piensan en "el fenómeno del garaje" para poder sacarles el dinero a quien lo consiga, no en que en España nazca una nueva Apple o un nuevo Google que aporte riqueza y puestos de trabajo al país.
Me parece una pataleta de alguien que ni tiene voz ni voto ni, lo que es más grave, parece entender cómo funcionan las empresas y el poder que se mueve dentro de ellas. Al igual que en política, esos lloriqueos no sirven de nada. El único modo de cambiar las cosas es desde dentro porque, no nos engañemos, aunque todo pase por la regulación, también los reguladores se encuentran en la misma alta esfera. ¿Por qué no cambian las cosas entonces?. Eso es lo que deberíamos preguntarnos. Y la respuesta pasa inevitablemente por mirarnos en el espejo y reconocer en primer lugar quiénes y sobre todo cómo somos, que la mayoría de estos acusadores no son tan diferentes de los acusados. La única diferencia, en realidad, está en no haber tenido la misma oportunidad.
Comentarios
El atraso en tecnología es algo que debemos a nuestras grandes empresas, que no invierten dinero en España y lo hacen en países extranjeros a costa de nuestro dinero y de chuparnos la sangre.
Sólo piensan en "el fenómeno del garaje" para poder sacarles el dinero a quien lo consiga, no en que en España nazca una nueva Apple o un nuevo Google que aporte riqueza y puestos de trabajo al país.
el clou, el clou lo soluciona todo y que google me pague porque la inteligencia esta en la red
Me parece una pataleta de alguien que ni tiene voz ni voto ni, lo que es más grave, parece entender cómo funcionan las empresas y el poder que se mueve dentro de ellas. Al igual que en política, esos lloriqueos no sirven de nada. El único modo de cambiar las cosas es desde dentro porque, no nos engañemos, aunque todo pase por la regulación, también los reguladores se encuentran en la misma alta esfera. ¿Por qué no cambian las cosas entonces?. Eso es lo que deberíamos preguntarnos. Y la respuesta pasa inevitablemente por mirarnos en el espejo y reconocer en primer lugar quiénes y sobre todo cómo somos, que la mayoría de estos acusadores no son tan diferentes de los acusados. La única diferencia, en realidad, está en no haber tenido la misma oportunidad.