Hace 8 años | Por --193912-- a blogs.20minutos.es
Publicado hace 8 años por --193912-- a blogs.20minutos.es

La primera vez que subimos con Jaime en un avión tenía cuatro años largos y nos dirigíamos a Disney. Fuimos al aeropuerto sin saber bien qué nos encontraríamos. Para los niños con autismo, a los que sensorialmente les puede afectar todo mucho, los viajes en avión pueden ser excesivos, sobrepasarles en muchos sentidos. Nosotros nos arriesgamos tras comprobar que en coche, tren y autobús Jaime disfrutaba y nos cargamos de chuches y de juguetes que le gustaban.

Comentarios

kukudrulo

Más o menos, así