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#4:
#2 Hoy en 'no me he leído el artículo pero te lo resumo', wake_the_woke con un resumen sacado de debajo de la manga cuyos dos puntos en común con el artículo real son sus dos cojones morenitos: 'si eres aliade vas a follar más'. Para flipar.
Luego llama tarados a vete tú a saber quién. Esos 'tarados'... ¿Están aquí con nosotros ahora? Habida cuenta del resumen que has hecho del artículo, quien necesita un psiquiatra no son esos 'ellos', precisamente.
La verdad es que la palma se la lleva con 'no es machismo ni feminismo' le ha faltado terminar la frase con el clásico 'es igualdad'. Claro, en eso consiste el feminismo, en igualdad, lo opuesto a machismo es hembrismo y también es enemigo del feminismo.
En fin, que alguien con un nick como el tuyo venga a dar lecciones de nada es para ponerse a mear y no echar gota.
Luego llama tarados a vete tú a saber quién. Esos 'tarados'... ¿Están aquí con nosotros ahora? Habida cuenta del resumen que has hecho del artículo, quien necesita un psiquiatra no son esos 'ellos', precisamente.
La verdad es que la palma se la lleva con 'no es machismo ni feminismo' le ha faltado terminar la frase con el clásico 'es igualdad'. Claro, en eso consiste el feminismo, en igualdad, lo opuesto a machismo es hembrismo y también es enemigo del feminismo.
En fin, que alguien con un nick como el tuyo venga a dar lecciones de nada es para ponerse a mear y no echar gota.
#3:
Pues la verdad es que sí:
He defendido desde muy joven y así me lo han asegurado dos de las personas más importantes de mi vida, mi queridísima y añorada Myriam y Carlos, amante marido y cómplice amigo, que soy como un tío.
Si hago el análisis del porqué apelo a este rol propio de la valorada y malentendida autoridad masculina, me doy cuenta que en esa reivindicación plana desde siempre la arbitrariedad cotidiana que históricamente han sufrido las mujeres y también, en mi caso, tener la suerte (pura chiripa) de haber nacido en una familia privilegiada y matriarcal donde la voz y el voto era paritario.
No permito que me coloquen en la parte de la mesa donde se tratarán temas menores
Es verdad: soy como un tío y, en ese ser y pensar como un tío, las conversaciones en las que me interesa estar son aquellas en las que se debate, se opina y se discute de igual a igual sin concesiones ni condescendencia. En tanto soy como un tío no permito que me coloquen en la parte de la mesa donde se da por supuesto que se tratarán temas menores y se adjudicará, por estos machirulos caducados, al rol femenino la concesión de aquello doméstico que no tenga trascendencia o interés. Soy como un tío porque en el amor y en el sexo no acepto sumisión alguna y porque tengo la misma potestad que cualquiera para decidir dónde ir, qué hacer o qué decir.
Pero pensándolo en profundidad, reivindicar como algo positivo que soy como un tío está mal. Muy mal. Tiene una esencia tremendamente perversa porque, en el sustrato real, pervive la inmoralidad que ha representado la subordinación de la mujer en la vida pública y diaria de una sociedad que, aunque persista, ya está definitivamente caducada.
Sobre Rubiales
La reacción social que ha implicado el visionado de ese pico es ejemplarizante
Jenifer Hermoso ha interpuesto una denuncia en fiscalía por el beso de Rubiales. ¿Somos conscientes de que este debate sobre el consentimiento no habría existido si no hubiésemos visto todos ese abuso que muchos privadamente justifican?
La reacción social que ha implicado el visionado de ese pico es ejemplarizante. Ya nadie podrá relativizar públicamente la prepotencia, el abuso de poder y el estigma que significa pensar que tu pareja, tu hija, tu madre o tu compañera están en un plano inferior solo por ser mujeres.
El machismo que impone un tono de voz más alto por encima del otro para dejar claro que es el hombre quien manda está latente, es interiorizado con naturalidad, se da por supuesto, se normaliza y se blanquea por una ilícita e inaceptable tradición.
Actuar con actitudes machistas desacredita e inhabilita como interlocutor
Y no es que de repente nos hayamos vuelto algunas o algunos más feministas que otros u otras, sencillamente es que la injusticia absolutamente reprobable de aquellos hombres que crecieron, se educaron y se relacionan cuestionando la igualdad ya no tiene cabida. Por fin los individuos que tengan o defiendan atisbos de conductas o actitudes machistas -y cuya opinión se consideraba válida hasta hace muy poco- verán que lo que piensen u opinen no nos interesa.
Ya no valdrán sus reflexiones sobre el cambio climático, la justicia social, el futuro del país o la Rana Gustavo... Defender o actuar con actitudes machistas los habrán descalificado, desacreditado e inhabilitado como interlocutores para siempre.
Queridos señores, hombres sensatos e inteligentes que habéis sido capaces de tantas, tantísimas cosas, no queráis caer en el ostracismo personal y social: reinventaos y hacedlo sinceramente, con optimismo y, sobre todo, con generosidad.
Las mujeres os lo pondremos, como siempre, muy fácil.
He defendido desde muy joven y así me lo han asegurado dos de las personas más importantes de mi vida, mi queridísima y añorada Myriam y Carlos, amante marido y cómplice amigo, que soy como un tío.
Si hago el análisis del porqué apelo a este rol propio de la valorada y malentendida autoridad masculina, me doy cuenta que en esa reivindicación plana desde siempre la arbitrariedad cotidiana que históricamente han sufrido las mujeres y también, en mi caso, tener la suerte (pura chiripa) de haber nacido en una familia privilegiada y matriarcal donde la voz y el voto era paritario.
No permito que me coloquen en la parte de la mesa donde se tratarán temas menores
Es verdad: soy como un tío y, en ese ser y pensar como un tío, las conversaciones en las que me interesa estar son aquellas en las que se debate, se opina y se discute de igual a igual sin concesiones ni condescendencia. En tanto soy como un tío no permito que me coloquen en la parte de la mesa donde se da por supuesto que se tratarán temas menores y se adjudicará, por estos machirulos caducados, al rol femenino la concesión de aquello doméstico que no tenga trascendencia o interés. Soy como un tío porque en el amor y en el sexo no acepto sumisión alguna y porque tengo la misma potestad que cualquiera para decidir dónde ir, qué hacer o qué decir.
Pero pensándolo en profundidad, reivindicar como algo positivo que soy como un tío está mal. Muy mal. Tiene una esencia tremendamente perversa porque, en el sustrato real, pervive la inmoralidad que ha representado la subordinación de la mujer en la vida pública y diaria de una sociedad que, aunque persista, ya está definitivamente caducada.
Sobre Rubiales
La reacción social que ha implicado el visionado de ese pico es ejemplarizante
Jenifer Hermoso ha interpuesto una denuncia en fiscalía por el beso de Rubiales. ¿Somos conscientes de que este debate sobre el consentimiento no habría existido si no hubiésemos visto todos ese abuso que muchos privadamente justifican?
La reacción social que ha implicado el visionado de ese pico es ejemplarizante. Ya nadie podrá relativizar públicamente la prepotencia, el abuso de poder y el estigma que significa pensar que tu pareja, tu hija, tu madre o tu compañera están en un plano inferior solo por ser mujeres.
El machismo que impone un tono de voz más alto por encima del otro para dejar claro que es el hombre quien manda está latente, es interiorizado con naturalidad, se da por supuesto, se normaliza y se blanquea por una ilícita e inaceptable tradición.
Actuar con actitudes machistas desacredita e inhabilita como interlocutor
Y no es que de repente nos hayamos vuelto algunas o algunos más feministas que otros u otras, sencillamente es que la injusticia absolutamente reprobable de aquellos hombres que crecieron, se educaron y se relacionan cuestionando la igualdad ya no tiene cabida. Por fin los individuos que tengan o defiendan atisbos de conductas o actitudes machistas -y cuya opinión se consideraba válida hasta hace muy poco- verán que lo que piensen u opinen no nos interesa.
Ya no valdrán sus reflexiones sobre el cambio climático, la justicia social, el futuro del país o la Rana Gustavo... Defender o actuar con actitudes machistas los habrán descalificado, desacreditado e inhabilitado como interlocutores para siempre.
Queridos señores, hombres sensatos e inteligentes que habéis sido capaces de tantas, tantísimas cosas, no queráis caer en el ostracismo personal y social: reinventaos y hacedlo sinceramente, con optimismo y, sobre todo, con generosidad.
Las mujeres os lo pondremos, como siempre, muy fácil.
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Pues la verdad es que sí:
He defendido desde muy joven y así me lo han asegurado dos de las personas más importantes de mi vida, mi queridísima y añorada Myriam y Carlos, amante marido y cómplice amigo, que soy como un tío.
Si hago el análisis del porqué apelo a este rol propio de la valorada y malentendida autoridad masculina, me doy cuenta que en esa reivindicación plana desde siempre la arbitrariedad cotidiana que históricamente han sufrido las mujeres y también, en mi caso, tener la suerte (pura chiripa) de haber nacido en una familia privilegiada y matriarcal donde la voz y el voto era paritario.
No permito que me coloquen en la parte de la mesa donde se tratarán temas menores
Es verdad: soy como un tío y, en ese ser y pensar como un tío, las conversaciones en las que me interesa estar son aquellas en las que se debate, se opina y se discute de igual a igual sin concesiones ni condescendencia. En tanto soy como un tío no permito que me coloquen en la parte de la mesa donde se da por supuesto que se tratarán temas menores y se adjudicará, por estos machirulos caducados, al rol femenino la concesión de aquello doméstico que no tenga trascendencia o interés. Soy como un tío porque en el amor y en el sexo no acepto sumisión alguna y porque tengo la misma potestad que cualquiera para decidir dónde ir, qué hacer o qué decir.
Pero pensándolo en profundidad, reivindicar como algo positivo que soy como un tío está mal. Muy mal. Tiene una esencia tremendamente perversa porque, en el sustrato real, pervive la inmoralidad que ha representado la subordinación de la mujer en la vida pública y diaria de una sociedad que, aunque persista, ya está definitivamente caducada.
Sobre Rubiales
La reacción social que ha implicado el visionado de ese pico es ejemplarizante
Jenifer Hermoso ha interpuesto una denuncia en fiscalía por el beso de Rubiales. ¿Somos conscientes de que este debate sobre el consentimiento no habría existido si no hubiésemos visto todos ese abuso que muchos privadamente justifican?
La reacción social que ha implicado el visionado de ese pico es ejemplarizante. Ya nadie podrá relativizar públicamente la prepotencia, el abuso de poder y el estigma que significa pensar que tu pareja, tu hija, tu madre o tu compañera están en un plano inferior solo por ser mujeres.
El machismo que impone un tono de voz más alto por encima del otro para dejar claro que es el hombre quien manda está latente, es interiorizado con naturalidad, se da por supuesto, se normaliza y se blanquea por una ilícita e inaceptable tradición.
Actuar con actitudes machistas desacredita e inhabilita como interlocutor
Y no es que de repente nos hayamos vuelto algunas o algunos más feministas que otros u otras, sencillamente es que la injusticia absolutamente reprobable de aquellos hombres que crecieron, se educaron y se relacionan cuestionando la igualdad ya no tiene cabida. Por fin los individuos que tengan o defiendan atisbos de conductas o actitudes machistas -y cuya opinión se consideraba válida hasta hace muy poco- verán que lo que piensen u opinen no nos interesa.
Ya no valdrán sus reflexiones sobre el cambio climático, la justicia social, el futuro del país o la Rana Gustavo... Defender o actuar con actitudes machistas los habrán descalificado, desacreditado e inhabilitado como interlocutores para siempre.
Queridos señores, hombres sensatos e inteligentes que habéis sido capaces de tantas, tantísimas cosas, no queráis caer en el ostracismo personal y social: reinventaos y hacedlo sinceramente, con optimismo y, sobre todo, con generosidad.
Las mujeres os lo pondremos, como siempre, muy fácil.
#3 Para los hombres, y me incluyo, el feminismo además de una cuestión de justicia también es liberador, te quita una serie de corsés que no te permitían ser como quieres ser.
#11 ayer vinieron unas personas a la puerta de mi casa a contarme algo parecido, decían ser testigos de un tal jehova o algo así... también dan octavillas
#19 Contigo no contamos, no hay hueco para tí en el paraíso
#0 ¿Nos haces un cortapega par los que no somos suscriptores?
#1 Te lo hago yo porque lo pides ... pero vamos, es la peor mierda que he leido hoy en este tugurio. El resumen de #2 te vale perfectamente.
He defendido desde muy joven y así me lo han asegurado dos de las personas más importantes de mi vida, mi queridísima y añorada Myriam y Carlos, amante marido y cómplice amigo, que soy como un tío.
Si hago el análisis del porqué apelo a este rol propio de la valorada y malentendida autoridad masculina, me doy cuenta que en esa reivindicación plana desde siempre la arbitrariedad cotidiana que históricamente han sufrido las mujeres y también, en mi caso, tener la suerte (pura chiripa) de haber nacido en una familia privilegiada y matriarcal donde la voz y el voto era paritario.
No permito que me coloquen en la parte de la mesa donde se tratarán temas menores
Es verdad: soy como un tío y, en ese ser y pensar como un tío, las conversaciones en las que me interesa estar son aquellas en las que se debate, se opina y se discute de igual a igual sin concesiones ni condescendencia. En tanto soy como un tío no permito que me coloquen en la parte de la mesa donde se da por supuesto que se tratarán temas menores y se adjudicará, por estos machirulos caducados, al rol femenino la concesión de aquello doméstico que no tenga trascendencia o interés. Soy como un tío porque en el amor y en el sexo no acepto sumisión alguna y porque tengo la misma potestad que cualquiera para decidir dónde ir, qué hacer o qué decir.
Pero pensándolo en profundidad, reivindicar como algo positivo que soy como un tío está mal. Muy mal. Tiene una esencia tremendamente perversa porque, en el sustrato real, pervive la inmoralidad que ha representado la subordinación de la mujer en la vida pública y diaria de una sociedad que, aunque persista, ya está definitivamente caducada.
Jenifer Hermoso ha interpuesto una denuncia en fiscalía por el beso de Rubiales. ¿Somos conscientes de que este debate sobre el consentimiento no habría existido si no hubiésemos visto todos ese abuso que muchos privadamente justifican?
La reacción social que ha implicado el visionado de ese pico es ejemplarizante. Ya nadie podrá relativizar públicamente la prepotencia, el abuso de poder y el estigma que significa pensar que tu pareja, tu hija, tu madre o tu compañera están en un plano inferior solo por ser mujeres.
El machismo que impone un tono de voz más alto por encima del otro para dejar claro que es el hombre quien manda está latente, es interiorizado con naturalidad, se da por supuesto, se normaliza y se blanquea por una ilícita e inaceptable tradición.
Actuar con actitudes machistas desacredita e inhabilita como interlocutor
Y no es que de repente nos hayamos vuelto algunas o algunos más feministas que otros u otras, sencillamente es que la injusticia absolutamente reprobable de aquellos hombres que crecieron, se educaron y se relacionan cuestionando la igualdad ya no tiene cabida. Por fin los individuos que tengan o defiendan atisbos de conductas o actitudes machistas -y cuya opinión se consideraba válida hasta hace muy poco- verán que lo que piensen u opinen no nos interesa.
Ya no valdrán sus reflexiones sobre el cambio climático, la justicia social, el futuro del país o la Rana Gustavo... Defender o actuar con actitudes machistas los habrán descalificado, desacreditado e inhabilitado como interlocutores para siempre.
Queridos señores, hombres sensatos e inteligentes que habéis sido capaces de tantas, tantísimas cosas, no queráis caer en el ostracismo personal y social: reinventaos y hacedlo sinceramente, con optimismo y, sobre todo, con generosidad.
Las mujeres os lo pondremos, como siempre, muy fácil.
#17 "No permito que me coloquen en la parte de la mesa donde se tratarán temas menores
Es verdad: soy como un tío y, en ese ser y pensar como un tío, las conversaciones en las que me interesa estar son aquellas en las que se debate, se opina y se discute de igual a igual sin concesiones ni condescendencia. En tanto soy como un tío no permito que me coloquen en la parte de la mesa donde se da por supuesto que se tratarán temas menores "
¿Está diciendo que donde "se sienta a lss mujeres juntas" es donde las conversaciones se convierten en menores y llenas de condescendencia?
#6 La definición es la misma, otra cosa es que esos partidos digan que son feministas y realmente sean hembristas. Las definiciones no caducan tan fácilmente como la gente miente.
#22 Los ángeles son asexuales, ¿tampoco sabes eso? ¿No has leído la Biblia? Madre mía, no das una.
#7 De verdad necesitas un psiquiatra, amigo. Tienes una obsesión enfermiza con mojar el churro. No dudo que no hayas necesitado nunca deconstruirte (creo que no conozco a nadie que lo haya necesitado, honestamente hablando), pero tampoco dudo que no has mojado el churro en tu puta vida. De lo contrario, esa obsesión con el follar no la tendrías. Los que no tenemos problemas para relacionarnos con la gente, en fin, no nos obsesionamos.
Wake the Woke, más te valdría despertar tú, angelito. Abre los ojos.
#10 más quisieras tú que me obsesione yo contigo o con follar. Qué mente más perversa y calenturienta. Qué dolor sería para ti que no fuera un incel verdad? ahora cómo encajas tu universo mental! Sería de locos.
#12 Fíjate si no entiendes lo que lees que en ningún momento he dicho que estuvieras obsesionado contigo. Tampoco te he llamado incel, estás tan obsesionado con el tema que ya has sacado tú el concepto. Debe de escocerte mucho.
Yo creo que tiene todo un motivo. Probablemente esté en tu pasado. ¿Te llevaron a un colegio de curas, quizá? ¿te hizo algo uno de esos curas? Todo tiene solución. Si te esfuerzas, puedes superar tus miedos y tus traumas infantiles, e incluso aprender a entender lo que lees. Es sólo fuerza de voluntad.
#13 jajaja y dale, que si no estoy obsesionado contigo no duermes! suéltame el brazo chaval! Cómo os ponéis con el temita cuando sale, qué habréis hecho cabrones para sobrecompensar tanto
#14 Si tanto te molesta, sólo tienes que dejar de contestar. ¿Qué te lo impide? Estás obsesionado. Aprende a leer, que te mal en comprensión lectora, ¿Eh? No das una en esta conversación.
Aisss, angelito. Todo el mundo tiene problemas, pero no tienes que airearlos de esta manera. Habla con un profesional, ¡¡despierta!!
#15 no, si a mi no me molesta, yo estoy aquí para trolear. Tu para decirme que estoy obsesionado. Un bucle maravilloso.
#16 Y aquí sigues. Ahora estás para trolear, jajajaja, claro que sí guapi. Yo te creo, hermano, jajaja.
#18 estás asumiendo mi género? menuda transfobia... Te podría denunciar por lo de guapi, cuidao que te hago un jenni!
#20 ¿Ves cómo te falla la comprensión lectora? Guapi es neutro, porque puede referirse a guapito, guapita o lo que te de la gana. Si es que de donde no hay...
¿Por qué sigues insistiendo? Ya te he dicho que te creo, jajajaja.
#21 no era por lo de guapi, pero sí, se te ve que no eres la farola que más alumbra de tu urbanización...
Se podría traducir por: si eres aliade vas a follar más. Spoiler: mentira. Ya van a la desesperada cuando se les quiebra el relato. Tener una opinión sobre Rubiales no te sitúa en un blanco o negro. No eres machista o feminista vale? Que la gente piense que estáis tarados no convierte esto en el apocalipsis cultural que tanto os esforzáis en crear.
#2 Hoy en 'no me he leído el artículo pero te lo resumo', wake_the_woke con un resumen sacado de debajo de la manga cuyos dos puntos en común con el artículo real son sus dos cojones morenitos: 'si eres aliade vas a follar más'. Para flipar.
Luego llama tarados a vete tú a saber quién. Esos 'tarados'... ¿Están aquí con nosotros ahora? Habida cuenta del resumen que has hecho del artículo, quien necesita un psiquiatra no son esos 'ellos', precisamente.
La verdad es que la palma se la lleva con 'no es machismo ni feminismo' le ha faltado terminar la frase con el clásico 'es igualdad'. Claro, en eso consiste el feminismo, en igualdad, lo opuesto a machismo es hembrismo y también es enemigo del feminismo.
En fin, que alguien con un nick como el tuyo venga a dar lecciones de nada es para ponerse a mear y no echar gota.
#4 Lo que no se dan cuenta es que en general vas a ligar más si no eres abiertamente un gilipollas misógino.
#5 No es por ser feminista que ligas más, es por no ser gilipollas, exacto.
#4 Esa definición de feminismo de la que usted nos habla lleva caduca en el uso general desde hace unos 10 años. Más o menos coincidiendo con cuando los
partidosempresas políticas vendían como imagen la discriminación positiva llamándola igualdad.#4 jajaja te lo tomaste a lo personal como si fueras quien escribió el artículo? me meo te dió amsciedá? Pobrecito. Entonces he acertado. Que si que si, todo el mundo es muy machito, loco y fascista si no piensa como tú. pero dime la verdad, te ha servido ya pa mojar el churro o no? Porque yo nunca he necesitado ninguna deconstrucción para respetar a las mujeres o follar con ellas. aiiii como se os ve a algunos el pasado que queréis enterrar.... pobrecitas las mujeres que se os han puesto por delante, ni imaginar...