Hace 9 años | Por --363194-- a eldiario.es
Publicado hace 9 años por --363194-- a eldiario.es

Se manejaron argumentos seudojurídicos como proponer que las garantías y principios constitucionales debían decaer ante la gravedad de los hechos denunciados. Se afirmaba algo así como que la presunción de inocencia y el principio in dubio pro reo son grandes formulaciones teóricas, pero que en la práctica los hechos eran muy graves y que la juez se había precipitado en archivar, o que hacía falta más tiempo para seguir investigando. Fueron todos ellos razonamientos paralegales, impropios de un Estado de derecho.

Comentarios

D_Eon

Leyendo los comentarios, da pena comprobar como aun hay personas que se niegan a admitir que se equivocaron y que en este caso la han cagado pero bien. Amenazar con irse del diario.es porque se atreven a publicar un articulo en el que se denuncia el problema de los juicios paralelos y de que mucha gente, sobretodo los que se catalogan a si mismos de progresistas, se enroquen en posiciones ultras en las que transciende la idea de tratar a las mujeres como menores de edad necesitadas de proteccion. Al final el feminismo mas integrista acaba coincidiendo con el machismo mas light. Y la cantidad de gente que ha aniquilado su credibilidad con comentarios desquiciados por este caso es ingente...

jaz1

#2 es que el caso es subrealista..... casi se puede dudar de todo despues de esto ..... parece que quieran inculcarnoslo de una forma muy "esplicita" como ahi ha pasado.

p

#1 #2 #3
Los comentarios son penosos. En ese artículo y en general, son lo peor de eldiario.

D

#2 Exactamente. Una feminista señaló ese desfase entre las mujeres

que se definen como mujeres a partir de sí mismas, y unas ideas que afirman que las mujeres están más dominadas que nunca y que, en definitiva, son una creación del poder masculino. La consecuencia inevitable sería la falsa conciencia.

...

Subyace en esta concepción el tradicional modelo femenino asociado a la generosidad y abnegación, de las mujeres como dadoras, cuidadoras y encarnaciones del sacrificio. Es un modelo útil para el sometimiento y la subordinación, pero fallido en cuanto nos acercamos a las mujeres reales, porque se demuestra falso y, lo que es peor, imposible de cumplir. Presupone que las mujeres no están legitimadas para manifestar alguna de las características que se les niega –ira, ambición, egoísmo, desamor, promiscuidad o violencia– porque, entre otras cosas, se les han atribuido a los varones, se han considerado masculinas. Y sin embargo no debemos olvidar, como señala Badinter, que «estas características, atribuidas tradicionalmente al hombre, pertenecen de hecho a los dos sexos y que lo que nos queda si las negamos es una mujer callada, pasiva y sumisa» (Badinter, Por el mal camino). Si de todos modos las manifestamos o las empleamos, somos especialmente condenadas.


http://www.pensamientocritico.org/raqosb0210.html

D

Los comentarios de la noticia en eldiario.es son bastante corrosivos.