Lunes, 16 de junio de 2025. Pedro Sánchez, con su característica pose de estadista progresista, se sube al púlpito mediático para proclamarse, una vez más, abanderado del feminismo y enemigo acérrimo de la prostitución. Con la solemnidad de quien cree que las palabras borran los hechos, el presidente del Gobierno español insiste en que su Ejecutivo es el adalid de la igualdad y la lucha contra la explotación de las mujeres. Pero, como suele ocurrir con Sánchez, la realidad le estalla en la cara como una granada de contradicciones.