Si las pruebas del V-MAX en Biscarrosse marcaron un hito, el V-MAX2, es casi un vector militar funcional, capaz de velocides hasta mach 16. Ya no se trata sólo de volar rápido, sino de simular condiciones de guerra reales: maniobras terminales, resistencia térmica y capacidad de evasión frente a interceptores ya en 2030. En paralelo, se está preparando otro programa: el ASN4G, sucesor del misil nuclear ASMP-A, que está programado para el año 2035; será propulsado por un estatorreactor, que combinará tecnología hipersónica y una carga útil estra