Durante trece días, una mujer y sus dos hijos menores vivieron encerrados en un coche, cruzando carreteras de Francia, Portugal y España bajo las amenazas de un hombre armado con un cuchillo. Dormían dentro del vehículo, sin asearse, sin poder cambiarse de ropa y alimentándose solo de pan, atún y galletas que el agresor compraba en áreas de servicio. La historia terminó en Málaga, donde la Policía Nacional consiguió liberarles tras una operación internacional con las autoridades francesas. El secuestro comenzó en Francia, el pasado 3...