Unas 1,3 millones de personas viven en riesgo de pobreza pese a la riqueza de la región,230.000 más que antes de la pandemia. En ese círculo de exclusión hay un grupo que no tiene nada, personas que por no tener no tienen ni un techo para guarecerse. Son los sinhogar, los sin techo, la mayoría hombres, un 30% de ellos menores de 30 años, y muchos de ellos, con trabajos con salarios tan bajos que no pueden pagarse ni una habitación. Pero, advierten desde las oenegés, cada vez hay más familias.