El parlamento de Uganda aprobó la semana pasada una de las leyes más duras del mundo contra las actividades homosexuales, lo que provocó una condena generalizada. Si el presidente del país la convierte en ley, cualquier persona que se identifique como LGBT podría enfrentarse a cadena perpetua. También amenaza la existencia del puñado de refugios donde esta comunidad ha buscado cobijo tras muchos ser expulsados de sus hogares. La BBC tuvo acceso a estos lugares secretos y habló con los residentes sobre sus vidas y preocupaciones.
Comentarios
Prueba nº 664435 por la que existe la figura del refugiado y porqué el restringir el acceso de refugiadas nos lleva a lugares muy peligrosos de nuestra historia.
#2 El problema es que a la gente que pide asilo en las embajadas se les pone mil trabas burocráticas y se retrasa la tramitación de sus visados ad infinitum. Ojalá fuera una figura efectiva...
#5 En las embajadas, en las fronteras, etc...
Se podría hacer en mil lugares y no se hace porque nuestra tendencia al horror... Parece que no aprendemos.
espero que podamos dar apoyo sincero y de verdad a esas personas, que horrible debe ser que por ser homosexual alguien pierda la libertad toda su vida, me pregunto si harán lo mismo con los violadores ? que bastante que sobran
#1 Es peor que eso. Estos zumbados católicos equiparan legalmente a los homosexuales no ya con violadores, sino con pederastas.
#_3 Contra el fundamentalismo religioso sólo funciona la educación. La presión política no cambia las mentes a no ser que surja del propio país.
Algunos hemos luchado personalmente para que dejara de perseguirse y condenarse legalmente la homosexualidad en España mismo.
#1 Tendría sentido que en Europa les diéramos como refugiados. Pero también debería sancionarse de alguna manera al estado de Uganda.
De estas cosas viene lo de que a occidente no se le quiera en África y si a Rusia o China. Ellos no van allí a decirles cómo tienen que vivir, van, hacen negocios, ambas partes ganan y a otra cosa. Pragmatismo extremo.
No es una opinión, no es como me gusta que sean las cosas; es una realidad.
¿Contra esto no se va a hacer nada?