Publicado hace 9 años por Benigno_Lario a diarioprogresista.es

Ella abrió el buzón y, como muchas mañanas, encontró propaganda y una amenazadora carta del banco. La abrió para advertir que de nuevo era una reclamación por impago de una hipoteca que acumulaba intereses de demora tan abusivos como desesperada era su situación.