Está cobrando poder un discurso violento, inspirado en nostalgias censuradoras y puritanas disfrazadas de feminismo de izquierdas. Queremos hablar de la violencia que supone entender el feminismo como una forma de castigo, cuya única alternativa o propuesta parece ser el endurecimiento del código penal.
#6 Te puedes imaginar el nivel teniendo en cuenta el perfil de la reverenda:
Lucy Sombra es rubia alienada por elección. Se prostituye en las aulas del Estado como funcionaria blanca occidental y biochocho privilegiado. Feminista desagradable por imposición patriarcal, esta antimadre es feliz escuchando a su hijo deconstruir su masculinidad cantando "Yo soy tu gatita".
Si la violencia ejercida en las casas del régimen heterosexual dejaba de ser algo íntimo y privado para convertirse en algo político (¡por fin!), las putas nos han enseñado que follar ya no es íntimo ni privado ni se hace gratis (a pesar de los no pocos esfuerzos de tradición romántica redoblados especialmente a partir del S.XIX); follar ahora gracias a ellas es político. Como es político el trabajo reproductivo y el trabajo maternal, como es político el trabajo doméstico, como es político el trabajo de cuidados, como es política la miseria y la precariedad.
Vamos, que las prostitutas han sido de siempre grandes activistas que nos enseñan la verdadera esencia de ser mujer o algo así. Que cobrar por el sexo es un acto de justicia y empoderamiento, y que fuera de eso las mujeres nunca están bien en una relación heterosexual, siempre oprimidas y engañadas por el romanticismo y esas cosas horribles.
De atar. Vaya insulto a las mujeres.
#1 Lo de hablar de violencia de género y derechos de la mujer en política (o violencia intrafamiliar para quien prefiera otro eufemismo) y por tanto en sujeto político es relativamente reciente. Que las trabajadoras de la prostitución se movilicen y entren en el debate político como activistas de sus derechos convierte tambien la prostitución en sujeto político.
Esto es lo que entiendo intentando traducir lo que dice, pero tu interpretación y conclusiones dan unos cuantos pasos mas que no veo por ningún lado.
#3 No habla sólo de las movilizaciones recientes de prostitutas, sino de lo que nos ha "enseñado" la esencia de su trabajo. Su trabajo como discurso y ejemplo de la esencia de las relaciones hombre-mujer, no sus opiniones.
Lo de los pasos, sin concretar, no sé qué decir.
#3#1"las putas nos han enseñado que follar ya no es íntimo ni privado ni se hace gratis (a pesar de los no pocos esfuerzos de tradición romántica redoblados especialmente a partir del S.XIX)"
Aún estando a favor del derecho a la mujer a hacer con su vida/cuerpo lo que le salga del ojal, tras leer esa estupidez el resto del artículo me es indiferente y descartable.
Si bien los fascistas no dicen más que tonterías (excepto en el tema del género, porque no lo necesitan), las feministas no se han quedado nunca atrás y nos sirven desvaríos mentales sin fin aderezados con listas de opresiones, que no son más que discriminación.
Comentarios
Vaya tocho lleno de neolengua. Insufrible.
#6 Este articulo si quería aclarar algo no lo consigue con ese lenguaje que es pura pedantería.
#6 Te puedes imaginar el nivel teniendo en cuenta el perfil de la reverenda:
Lucy Sombra es rubia alienada por elección. Se prostituye en las aulas del Estado como funcionaria blanca occidental y biochocho privilegiado. Feminista desagradable por imposición patriarcal, esta antimadre es feliz escuchando a su hijo deconstruir su masculinidad cantando "Yo soy tu gatita".
#6 Vaya ladrillo
Nueva ida de olla en el debate.
Si la violencia ejercida en las casas del régimen heterosexual dejaba de ser algo íntimo y privado para convertirse en algo político (¡por fin!), las putas nos han enseñado que follar ya no es íntimo ni privado ni se hace gratis (a pesar de los no pocos esfuerzos de tradición romántica redoblados especialmente a partir del S.XIX); follar ahora gracias a ellas es político. Como es político el trabajo reproductivo y el trabajo maternal, como es político el trabajo doméstico, como es político el trabajo de cuidados, como es política la miseria y la precariedad.
Vamos, que las prostitutas han sido de siempre grandes activistas que nos enseñan la verdadera esencia de ser mujer o algo así. Que cobrar por el sexo es un acto de justicia y empoderamiento, y que fuera de eso las mujeres nunca están bien en una relación heterosexual, siempre oprimidas y engañadas por el romanticismo y esas cosas horribles.
De atar. Vaya insulto a las mujeres.
#1 Lo de hablar de violencia de género y derechos de la mujer en política (o violencia intrafamiliar para quien prefiera otro eufemismo) y por tanto en sujeto político es relativamente reciente. Que las trabajadoras de la prostitución se movilicen y entren en el debate político como activistas de sus derechos convierte tambien la prostitución en sujeto político.
Esto es lo que entiendo intentando traducir lo que dice, pero tu interpretación y conclusiones dan unos cuantos pasos mas que no veo por ningún lado.
#3 No habla sólo de las movilizaciones recientes de prostitutas, sino de lo que nos ha "enseñado" la esencia de su trabajo. Su trabajo como discurso y ejemplo de la esencia de las relaciones hombre-mujer, no sus opiniones.
Lo de los pasos, sin concretar, no sé qué decir.
#3 #1 "las putas nos han enseñado que follar ya no es íntimo ni privado ni se hace gratis (a pesar de los no pocos esfuerzos de tradición romántica redoblados especialmente a partir del S.XIX)"
Aún estando a favor del derecho a la mujer a hacer con su vida/cuerpo lo que le salga del ojal, tras leer esa estupidez el resto del artículo me es indiferente y descartable.
Me ha recordado a aquellos andovas que discutían sobre el sexo de los ángeles.
Me putoflipa la putofobia.
Si bien los fascistas no dicen más que tonterías (excepto en el tema del género, porque no lo necesitan), las feministas no se han quedado nunca atrás y nos sirven desvaríos mentales sin fin aderezados con listas de opresiones, que no son más que discriminación.
¿Cual es peor? Ambos son peor.