Europa carece de alternativas de calidad a algunos de los equipos de defensa más necesarios y deseados que producen las empresas estadounidenses. Entre ellos se encuentra el F-35, el famoso avión de combate furtivo de Lockheed Martin, cuyas capacidades avanzadas no tienen parangón con las de sus homólogos europeos.No está claro que todo ese dinero de incremento militar,14 billones de euros, o 16 billones de dólares, impulsen una oleada de innovación de alto nivel en Europa. Esto se debe a lo que podríamos llamar el problema del F-35.
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