Hace 1 año | Por --625066-- a jrmora.com
Publicado hace 1 año por --625066-- a jrmora.com

No le den ustedes más vueltas, el discurso antipolítico de Ayuso es un calco del de Franco. Ayuso habla de "boicot" y acusa a los sanitarios y a todos los que acudieron a la masiva manifestación de ayer de "hacer activismo político contra mí". Este discurso para paletos sigue funcionando porque explota otro reduccionismo y punto clave de un conocido manual de la propaganda: el principio de la simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo; individualizar al adversario en un único enemigo.

Comentarios

manuelmace

«Haga usted como yo, que no me meto en política», eso es lo que se dice que le dijo una vez Franco a José María Pemán.

Toda la verdad, en realidad no le hacía falta pues a él le bastaba con matar, encarcelar u obligar a marcharse al rival político.

tul

#2 que coño verdad? solo era otra puta mentira mas de las muchas que soltaba su genocida regimen.

aupaatu

El borracho parece que estaba de resaca y se le fue la mano en discurso de la titiretesa.

D

#1 La verdad es que lo de ayer daba vergüenza ajena.
mar+ida sabrán, pero yo creo que al tensar tanto la cuerda están mas cerca de romperla y acabar defenestrados que de consolidarse como creen.
Cuando te cierras tantas puertas, te creas tantos enemigos, te contradices con tanta insistencia, te ofuscas en insultar a tus súbditos... acabas convulsionando, colapsada y atada para no autolesionarte.
Hay quien les busca mérito, a mi me parecen una pareja de trastornados tentando a la suerte y no creo que en su partido sean tan tontos como para no verlo.

sleep_timer

Los 11 principios de la propaganda nazi creados por Goebbels:

1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.

2.- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

5.- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

6.- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

9.- Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

10.- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.