La libertad de expresión se ha convertido en un instrumento para los ofendidos. El derecho, brutal y disputado, de expresar lo que a uno le venga en gana lleva años chocando con el derecho, pueril y afectado, del que se siente dolido por las ideas de los demás. La ideología como campo de batalla.
Después de todo lo que se ha hablado del temita creo que es el único artículo que no da la razón ni a unos ni a otros. Sólo por ello merece la pena compartirlo.
Comentarios
#0 No me toques el pito que me irrito
Después de todo lo que se ha hablado del temita creo que es el único artículo que no da la razón ni a unos ni a otros. Sólo por ello merece la pena compartirlo.
estoy por votar antigua