Hace unas semanas, PayPal anunciaba que iba a abrir en North Carolina un centro de operaciones para todo el mundo, donde se crearían más de 400 puestos de trabajo cualificados. Sin embargo, este estado de USA ha promulgado una ley que recorta derechos a la comunidad lesbiana, gay y transexual. Por ello, la compañía ha decidido suspender la apertura de este centro de operaciones.
La historia es especialmente cruel para los ciudadanos de Charlotte (capital de NC y ciudad liberal) porque hace meses habían aprobado un reglamento favorable a los LGTB... pero llegó el Estado, gobernado por los republicanos, y no sólo derogó esa norma municipal sino que aprobó una ley contraria. Ahora Charlotte se jode por duplicado: por no tener su reglamento y porque PayPal (y otras empersas que amenazan con hacer lo mismo) se van de la ciudad.
#5 Crees que las empresas deben tener poder para parar o impulsar leyes en contra de la voluntad de sus ciudadanos?
Si lo creo, pero qué pensarías si la noticia fuese el contrario, si las empresas se fuesen porque hay una normativa pro-LGTB? Te parecería normal?
#6 Estoy de acuerdo contigo, los que deben presionar son los ciudadanos. Quizá se debería suspender esa ley por inconstitucional, por ejemplo. La idea de que las empresas puedan chantajear a los estados no me hace especial gracia (aunque simpatice con que se hagan medidas de presión contra leyes racistas/homófobas/etc).
#4 Con el nivel de aceptación global que existe ahora con los LGTB, una hipotética situación contraria por parte de las empresas solo las perjudicaría. Y las empresas no harán presión sobre algo que les perjudicará su imagen. Esto no significa que por hacer presión ya tienen una capacidad de manipulación de leyes enorme (que en España determinados sectores lo tienen y al Estado le importa una mierda lo que pensemos sus ciudadanos).
Al final, los que de verdad deben meter presión son sus ciudadanos.
Comentarios
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La historia es especialmente cruel para los ciudadanos de Charlotte (capital de NC y ciudad liberal) porque hace meses habían aprobado un reglamento favorable a los LGTB... pero llegó el Estado, gobernado por los republicanos, y no sólo derogó esa norma municipal sino que aprobó una ley contraria. Ahora Charlotte se jode por duplicado: por no tener su reglamento y porque PayPal (y otras empersas que amenazan con hacer lo mismo) se van de la ciudad.
Tengo el dilema de qué pensar al respecto. Si fuese al revés, medidas de presión en contra de leyes pro LGTB, me parecería tremendamente injusto.
El acto es el mismo: una empresa amenazando y chantajeando para que una ley salga o no adelante.
Quién me puede sacar del dilema?
#4 Crees que una Ley discriminatoria no debe suponer el repudio a todos los niveles, incluido el económico?
#5 Crees que las empresas deben tener poder para parar o impulsar leyes en contra de la voluntad de sus ciudadanos?
Si lo creo, pero qué pensarías si la noticia fuese el contrario, si las empresas se fuesen porque hay una normativa pro-LGTB? Te parecería normal?
#6 Estoy de acuerdo contigo, los que deben presionar son los ciudadanos. Quizá se debería suspender esa ley por inconstitucional, por ejemplo. La idea de que las empresas puedan chantajear a los estados no me hace especial gracia (aunque simpatice con que se hagan medidas de presión contra leyes racistas/homófobas/etc).
#4 Con el nivel de aceptación global que existe ahora con los LGTB, una hipotética situación contraria por parte de las empresas solo las perjudicaría. Y las empresas no harán presión sobre algo que les perjudicará su imagen. Esto no significa que por hacer presión ya tienen una capacidad de manipulación de leyes enorme (que en España determinados sectores lo tienen y al Estado le importa una mierda lo que pensemos sus ciudadanos).
Al final, los que de verdad deben meter presión son sus ciudadanos.
¿Y no hay algo así como declarar esas leyes anticonstitucionales?