Hemos asistido, durante los últimos quince días, a un plomizo debate sobre pines, padres, escuelas, estados y propiedades, con todo quisque opinando a destajo sin saber demasiado del asunto, como es norma hispánica. Pero dos sonadas ignorancias –en las que nadie se fija- me han llamado sobremanera la atención: 1) ¿Queda en este país alguien que sepa distinguir entre “opinar”, “adoctrinar” e “ideologizar”? 2) ¿Por qué tantos padres y tertulianos ignoran cómo son los niños o los adolescentes? Intentaré aportar algo de luz sobre ambas cuestiones.
Comentarios
Es algo largo, pero viene a decir que la gente ya no parece distinguir entre opinión y adoctrinamiento. Que el profe que opina mucho de política es un pésimo profesor y además cae mal a los alumnos, que el adoctrinamiento lo ejerce básicamente la familia y que los coles, incluidos los católicos, rascan más bien poco en eso, porque ya ni siquiera logran que los niños crean en Dios o recen. Que menos histeria con el tema, en resumen. Lo explica bastante y pone ejemplos reales. (Y no habla para nada del pin parental, más allá de tildarlo de coñazo en la entradilla).
El giro final del Smartphone no lo vi venir.
Opinar es cuando dicen algo con lo que estoy de acuerdo, en caso contrario es adoctrinar.
#2 Pues algo parecido dice el artículo:
"Y así, en cuanto un profesor torpe, incompetente, o despistado, a propósito o no, emite una opinión política que no les gusta, gritan y patalean indignados que a su hijo lo están adoctrinando (aunque quieren decir “ideologizando”). Insisto en lo del gusto porque si la opinión del profesor coincidiera con la suya no sucedería absolutamente nada. Siguen, en esto, la pauta de lo que cierta gente ha dado en llamar “ofendiditos”. Pero el problema, para ellos, no es la opinión en sí misma."
Aunque una opinión no hace adoctrinamiento. Opinar NO es adoctrinar. Para adoctrinar hace falta tiempo, esfuerzo y organización. Por eso la iglesia monta colegios en torno a su adoctrinamiento, con todos remando en la misma dirección.
Educación apolítica y laica.
Algo que a los partidos no les gusta.
Incluso aquellos que se creen que no están adoctrinados, están adoctrinados.
No se libra ni el tato.
#4. Todos lo estamos, formar es deformar.
#7 Y que tengan cojones para decir lo contrario.
#8 Y tanto
El verdadero significado de la democracia popular consiste en encontrar la mejor forma de coordinar las aspiraciones y demandas de la sociedad entera, y de tomar decisiones que se ajusten al interés del pueblo a largo plazo, sostuvo Xu Yaotong, profesor de la Academia China de Gobernanza.
http://spanish.xinhuanet.com/2018-03/16/c_137044043.htm
El plan para adoctrinar en la pública se llamaría, en todo caso, “respeto a los valores constitucionales” (artículos del 10 al 52 de la Constitución), así como a las leyes educativas emanadas de estos y de la UE.
Muy cierto, siempre me he quejado de que en la escuela me vendiesen como democracia algo que no lo era.
#5 Jajaja. Hombre, que en la pública se impusiera estatalmente una ideología antiestatal para reclamar más democracia sería ya la hostia.
#6 Si, los sistemas de gobierno siempre se defienden a si mismos.
Por eso los chinos están tan convencidos de vivir en democracia como nosotros.
Para mi la diferencia esta en cómo permites las opiniones contrarias.
Alguien da su opinión o punto de vista sobre algo y entabla un debate argumentado con el que opine otra cosa, es educar.
Si impides que pueda haber otras opiniones por omisión, coacción, fusilamiento o lo que sea, es adoctrinar.
Respecto al pin parental los adoctrinadores son los que piden que sus hijos no escuche puntos de vista distintos a los suyos, en contra incluso de la Constitución y las leyes internacionales
Por lo general el adoctrinamiento va de meterlo en la opinión pública, prohibir y sancionar la disidencia y luego ya enseñar el catecismo en las escuelas.
Que es básicamente lo que se ha hecho con los maricones, la violencia de genaro y la memoria histriónica.