Durante el confinamiento más estricto fuimos conscientes de nuestras carencias y limitaciones, de lo que supone el encierro en la gran ciudad sin más opciones que enfrentarnos a nosotros mismos y a nuestros demonios, sin posibilidad de escapar hacia ninguna parte.
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Dejad el campo en paz.
8 mil millones de personas viviendo en el campo
El neofeudalismo está llegando pasito a pasito