Hace 11 meses | Por DenisseJoel a twitter.com
Publicado hace 11 meses por DenisseJoel a twitter.com

La negación de la violencia de género es un camino que empieza con trifulcas, pero puede acabar equiparando a nuestro país con Hungría o Turquía. Más vale que nos parezcamos a Dinamarca, Alemania o Francia.

Comentarios

Robus

#2 Creo que #3 y #7 te han hecho el jaque mate a tí... roll

IkkiFenix

#7

Del de Alemania:
De los 138.893 casos de violencia doméstica que se dieron en 2017, el 82,1% de las víctimas fueron mujeres y únicamente en el 17,9% de los
casos se trataba de hombres.
Parece que en Alemania sí trabajan estadísticas para los dos sexos.


Aquí negarían ese 17,9% y diran que no hay hombres maltratados o que son un 0,0001%. Y nos llamarían negacionistas a quienes dijésemos lo contrario. También podrían decir, como dijo una conocida feminista , que los hombres maltratos son maltratadores.


Si, yo también preferiría que nos pareciésemos a esos países y no a Truquía, Hungria ni tampoco España.

ElChepas

#2 lol lol lol

Eso se llama ir por lana y salir trasquilado. Retírate un tiempo fiera lol

D

#9 Al contrario, me alegro de que me hayan señalado mis errores, porque así puedo corregirlos.

DangiAll

#2 3 países donde se reconoce la violencia bidireccional mientras que España no, pues quizás si nos tenemos que parecer más a ellos

tiopio

Eso dependerá de los españoles. Si se empeñan en darle el poder a la voxemia será ruina de nuestra patria.

L

#1 Se empieza negando la violencia de género y terminas poniéndoles burka a las mujeres, y lapidándolas en caso de infidelidad.
Se empieza fumando un porro y acabas tirado pinchándote al lado de un contenedor.
Una cosa siempre acaba en la otra. No caben medias tintas.

rogerius

#1 ¿Cómo era aquello…? Ah, sí… ¡Vivan las caenas! wall

D

#1 Entonces, ¿queremos parecernos a Dinamarca, Alemania y Francia en este tema, o no?

IkkiFenix

¿Dinamarca, Alemania y Francia también tiene leyes asimétricas como España?

D

#6 No, porque son unos "negacionistas" lol lol .

Es un argumentario tan sumamente triste y patético que no me gustaría estar en la piel de quien tenga que defender esa payasada.