LG ha reabierto su fábrica en las afueras de Moscú y otras, como Hyundai, tienen planes avanzados para recuperar su actividad en Rusia. Las empresas coreanas de automóviles, electrodomésticos y electrónica dan crédito a las negociaciones de paz entre Washington y Moscú y no quieren que esta vuelva a pillarles con el pie cambiado. Los nuevos aranceles del 25% impuestos por Donald Trump a los coches extranjeros en EE.UU. no han hecho más que espolear su determinación. En Seúl duele especialmente la pérdida de mercado -140 millones de consumidor
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